23 de abril | Devocional: Conflicto y Valor | El pecado de un hombre

Josué 6:17-19; 7.

Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora.Hebreos 13:5.

Acán había albergado la codicia y el engaño en su corazón, hasta que sus percepciones del pecado se oscurecieron, y fue víctima fácil de la tentación. Los que se aventuran a acariciar una vez un pecado conocido caerán más fácilmente la segunda vez. La primera transgresión abre el camino al tentador, quien gradualmente destruye toda resistencia y toma posesión completa de la ciudadela del alma. Acán había escuchado las advertencias frecuentemente repetidas contra el pecado de la codicia. La ley de Dios, clara y positiva, había prohibido el robo y todo engaño, pero él continuó acariciando el pecado. Como no fue descubierto y reprendido abiertamente, se hizo más osado; las advertencias tuvieron cada vez menos efecto en él, hasta que su alma estuvo sujetada por cadenas de oscuridad.—The S.D.A. Bible Commentary 2:997.

Por el pecado de un hombre, vergüenza, derrota y muerte cayeron sobre Israel. Se les retiró la protección que había cubierto sus cabezas en el tiempo de la batalla. Los diversos pecados que profesos cristianos acarician y practican traen el enojo de Dios sobre la iglesia…

La influencia que más debe temer la iglesia no es la de los opositores abiertos, infieles y blasfemos, sino la de los miembros profesos de Cristo que son inconsecuentes. Estos son los que impiden la llegada de las bendiciones del Dios de Israel y traen debilidad a la iglesia, una mancha que no es fácil de quitar.

El cristianismo no es sólo para ser lucido el sábado y desplegado en el templo; es para cada día de la semana y para cada lugar. Sus exigencias deben reconocerse en el taller, en el hogar, y en las transacciones comerciales con los hermanos y con el mundo…

Es mejor morir que pecar; mejor padecer necesidad que defraudar; mejor tener hambre que mentir. Que todos los que sean tentados enfrenten a Satanás con las palabras: “Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien”. Salmos 128:1, 2; Testimonies for the Church 4:493, 495.

DEVOCIONAL: CONFLICTO Y VALOR

Elena G. de White

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Devocional

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