Viernes 13 de octubre 2023 | Devoción Matutina para Damas 2023

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2023
HIJA MIA NO TENGAS MIEDO
Arsenia Fernández-Uckele
Lecturas Devocionales para Mujeres 2023

La fe interrumpida

«Pero Jesús lo oyó y le dijo: “No tengas miedo; solamente cree, y tu hija se salvará”». Lucas 8: 50, DHH

La hija de Jairo estaba enferma de muerte. La muerte del hijo único era considerada una tragedia, porque era quien conservaría el nombre de la familia (ver CBA, t. 5, p. 752). El líder o «príncipe» de la sinagoga se arrodilló a los pies de Jesús suplicando ayuda. «La casa del príncipe no quedaba muy lejos, pero Jesús y sus compañeros avanzaban lentamente porque la muchedumbre le apretujaba de todos lados. La dilación impacientaba al ansioso padre, pero Jesús, compadeciéndose de la gente, se detenía de vez en cuando para aliviar a algún doliente o consolar a algún corazón acongojado» (DTG, cap. 36, pp. 315-316). La fe y las expectativas de este alto cargo religioso fueron interrumpidas. ¿Cómo reaccionas tú ante la demora, cuando tus expectativas no son satisfechas?
¿Por qué Jesús tardó esta vez? Él podía, si así lo quería, sanar a alguien en forma inmediata, o incluso a la distancia. Sin embargo, en dos ocasiones esperó a que la persona muriera para completar su milagro. Jesús es Dios, y sabe cuándo es el tiempo perfecto; y este no es necesariamente cuando nosotros lo deseamos, pero siempre es para nuestro bien. Cuando experimentes la pérdida de un ser amado, del empleo, la salud o alguna otra pérdida, no abandones la fe. Quédate apegada a ese rayo de esperanza: Jesús lo resolverá a su tiempo y a su modo.
Jesús y Jairo llegaron a la casa, y la niña fue resucitada.
«Cuando no recibimos precisamente y al instante las cosas que pedimos, hemos de seguir creyendo que el Señor oye y que contestará nuestras oraciones. Somos tan cortos de vista y tan propensos a errar, que algunas veces pedimos cosas que no serían una bendición para nosotros, y nuestro Padre celestial contesta con amor nuestras oraciones dándonos aquello que es para nuestro mejor bien, aquello que nosotros mismos desearíamos si, iluminados de celestial saber, pudiéramos ver todas las cosas como realmente son. Cuando nos parezca que nuestras oraciones no son contestadas, tenemos que aferrarnos a la promesa; porque el tiempo de recibir la respuesta ciertamente llegará y recibiremos las bendiciones que más necesitamos. Por supuesto, pretender que nuestras oraciones sean siempre contestadas en la misma forma y según aquello en concreto que anhelamos, es presunción. Dios es demasiado sabio para equivocarse, y demasiado bueno para negar un bien a los que andan en integridad. Así que no temas confiar en él, aunque no veas la respuesta inmediata a tus oraciones» (CC, cap. 11, pp. 142-143).
Mantén la esperanza, aunque ahora mismo no veas luz al final del túnel.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2023
HIJA MIA NO TENGAS MIEDO
Arsenia Fernández-Uckele
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