28 de abril | Devocional: Una religión radiante | Compartiendo la gloria de los sufrimientos de Cristo
«Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo». 1 Pedro 4: 12-13, NVI
SIGAMOS A NUESTRO SALVADOR, aunque gocemos de buena o mala reputación; te- niendo por gozo y sagrado honor el llevar la cruz de Cristo. Jesús nos ama y murió por nosotros. […]
La Majestad del cielo, el Rey de gloria, dejó sus riquezas, su esplendor, su honor y gloria y, con el propósito de salvar a los pecadores, se rebajó a una vida de humildad, pobreza y rechazo, «el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menosprecian- do el oprobio» (Heb. 12: 2).
¿Por qué nos afectan tanto las pruebas y las críticas, el menosprecio y el sufrimiento, cuando nuestro Señor nos dio un ejemplo tan grande? ¿Quién puede desear entrar en el gozo de su Señor y no estar dispuesto a participar de sus sufrimientos? ¿Cómo? ¿El siervo no está dispuesto a soportar la humildad, el desprecio y las críticas que el Amo soportó generosamente por él? ¿El siervo rehúye la vida de humildad y sacrificio que es para su propia y eterna felicidad, por la cual puede finalmente obtener una inmensa recompensa eterna?
De corazón digo: Permítanme tener parte en los sufrimientos de Cristo, de modo que pueda finalmente compartir su gloria.— Testimonios para la iglesia, t. 2, p, 214, 436.
«El, que es el resplandor de su gloria, […] habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó ‘ a la diestra de la Majestad en las alturas». Hebreos 1: 3
UNA RELIGIÓN RADIANTE
Reflexiones diarias para una vida cristana feliz
Elena G. de White
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