8 de septiembre | Devocional: Nuestra Elevada Vocación | Vigilad vuestros afectos
No os juntéis en yugo con los infieles: porque ¿qué compañía tiene la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas? 2 Corintios 6:14.
Quiero advertirle* que tenga cuidado en donde coloca sus afectos. … Recuerde que su vida pertenece a Jesús, y que Ud. no debe vivir para sí misma. No debe unirse en el vínculo matrimonial con un incrédulo, porque al hacer esto, está haciendo exactamente lo contrario de lo que Jesús ordenó. Descarte a los que son irreverentes. Rechace al que es amante de la ociosidad; rechace al que se mofa de las cosas sagradas; evite la sociedad con el que usa un lenguaje profano, o es adicto a beber aunque sea un vaso de licor. No escuche las proposiciones de un hombre que no comprende su responsabilidad hacia Dios.
La verdad pura que santifica el alma le dará valor para alejarse de la amistad más placentera que Ud. sabe que no ama ni teme a Dios, y que no conoce nada de los principios de la verdadera justicia. Siempre podemos soportar las flaquezas y la ignorancia de un amigo, pero nunca sus vicios. Nunca se case con un incrédulo.
Yo estoy únicamente transmitiéndole la palabra de Dios, porque él declara que esa unión resultará en un alejamiento de su corazón del amor y el servicio hacia él. … Como hija de Dios, se le permite contraer matrimonio únicamente en el Señor. … Si Ud. consiente en unir su vida con la de un incrédulo, estaría desentendiéndose de la Palabra de Dios y poniendo en peligro su alma. …
Su vida es una cosa demasiado preciosa para ser tratada como de poco valor. El Calvario testifica del valor de su alma.—Carta 51, 1894.
Cada paso dado hacia el matrimonio, debe ir acompañado de modestia, sencillez y sinceridad, así como del serio propósito de agradar y honrar a Dios. El matrimonio afecta la vida ulterior en este mundo y en el venidero. El cristiano sincero no hará planes que Dios no pueda aprobar. … Haga de Cristo su consejero. Estudie su Palabra con oración.—The Ministry of Healing, 359.
DEVOCIONAL: NUESTRA ELEVADA VOCACIÓN
Elena G. de White
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