2 de octubre | Devocional: Nuestra Elevada Vocación | La mejor parte

Pero respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada: Empero una cosa es necesaria; y María escogió la buena parte, la cual no le será quitada. Lucas 10:41,42

Este reproche de Cristo llega a muchas Martas de nuestros días. Pierden mucho conocimiento espiritual y divino que las haría sabias para la salvación, a causa de su continua actividad para hacer tanto en las cosas espirituales, por su deseo de derramar favores sobre aquellos a quienes aman. Si conservaran la sencillez en todos sus preparativos, y aprovecharan sus preciosas oportunidades de obtener un conocimiento mejor de la voluntad de Dios y de ser hacedoras de sus palabras, se ahorrarían mucha irritación y beberían de la Fuente perpetua de la vida….
Marta … estaba tan ansiosa por el debido honor que correspondía a Cristo que, en sus activos preparativos para procurar el alimento, perdió los momentos más preciosos y áureos de escuchar las instrucciones de sus labios divinos. María se sentó a sus pies para no perder ninguna palabra. Consideraba este hecho de la mayor importancia. Esto ofendió a Marta, y le preguntó al Señor Jesús si no le importaba que ella sirviera sola mientras María se desentendía de sus responsabilidades. Jesús le dijo a Marta que María había elegido la mejor parte, la cual nunca le sería quitada. ¿Cuál era la mejor parte? Aprender de Jesús, apreciar sus palabras. Al prestar atención a las palabras que pronunciaban sus labios estaba manifestando su amor por su Salvador….
Cada palabra pronunciada por los labios de Jesús era preciosa. El se llenaba de gozo al ver que María apreciaba su instrucción. Mientras más frecuentemente se escuchen las palabras de Jesús, tanto más profundamente influirán en la mente, se comprenderán mejor y se obedecerán más fácilmente y en forma más perfecta. Ese espíritu que siempre está listo a realizar una ostentación exterior por nuestros amigos es un artificio del enemigo. …
El [Cristo] requiere que sus seguidores—la adquisición de su sangre— dejen todas las locuras y las vanidades y las corrupciones contaminadoras del mundo…. Que este pensamiento: “Dios está aquí”, ponga solemnidad en cada mente y llene de gozo a cada alma.—Manuscrito 42, 1890, pp. 11-13.

DEVOCIONAL: NUESTRA ELEVADA VOCACIÓN
Elena G. de White

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Devocional

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