17 de julio | Devocional: Una religión radiante | Alegría por el cambio de rumbo
«Aunque la carta que les escribí los entristeció, no lo lamento ahora. Y si antes lo lamenté viendo que esa caída los había entristecido por un poco de tiempo, ahora me alegro; no por la tristeza que les causó, sino porque esa tristeza los hizo volverse a Dios. Fue una tristeza según la voluntad de Dios, así que nosotros no les causamos ningún daño». 2 Corintios 7: 8-9, DHH
PABLO […] HABÍA ESPERADO ENCONTRARSE con Tito en Troas, y enterarse por él de cómo habían sido recibidas las palabras de consejo y reprensión enviadas a los hermanos corintios; pero quedó frustrado. […] Partió de Troas, y cruzó a Macedonia, donde, en la ciudad de Filipos, encontró a Timoteo. […]
Este fiel mensajero le trajo las alegres noticias de que había ocurrido una maravillosa transformación entre los creyentes corintios. Muchos habían aceptado las indicaciones de la Carta de Pablo y se habían arrepentido de sus pecados. La vida que ahora llevaban no era ya una vergüenza para el cristianismo, sino que ejercía una poderosa influencia en favor de la piedad práctica.
Lleno de alegría, el apóstol envió otra carta a los creyentes corintios, expresando la satisfacción de su corazón por la buena obra realizada entre ellos: «Si bien los entristecí con mi carta, no me pesa. Es verdad que antes me pesó». […] «Sin embargo, ahora me alegro», por ustedes, continuó, «no porque se hayan entristecido sino porque su tristeza los llevó al arrepentimiento» (1 Cor. 7: 8-9, NVI) […].
Durante un tiempo, Pablo había sentido una preocupación tan intensa por las iglesias, que apenas podía soportarla. […] Pero ahora se había liberado de la ansiedad que eso le provocaba. Al oír las buenas noticias de la aceptación de su Carta a los Corintios, Pablo prorrumpió en expresiones de alegría. […] Veía que Satanás no triunfaría sobre la obra de Dios en Corinto, y con palabras de alabanza expresó su más profunda gratitud.— Los hechos de los apóstoles, cap. 31, pp. 241-243.
MI RELEXIÓN PERSONAL
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DEVOCIONAL ADVENTISTA
UNA RELIGIÓN RADIANTE
Reflexiones diarias para una vida cristana feliz
Elena G. de White
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