17 de septiembre 2021 | Devoción Matutina para Adultos 2021 | Vendiendo helados

“Cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más” (1 Tesalonicenses 4:1).

El enemigo siempre trabaja para llevarnos a los extremos: o nos agradamos a nosotros mismos o vivimos pendiente para agradar a todos.

La vida no es un día feriado donde cada uno pueda hacer lo que quiera.
No vivimos en un parque de diversiones sino en un campo de batalla.
La iglesia no es un crucero de placer sino un bote salvavidas.
No es un edifico terminado sino un edificio en construcción.
Hacer lo que nos viene en gana alimenta nuestro egocentrismo.
Nadie puede vivir para sí mismo de manera saludable.
Tampoco es posible vivir agradando a todos.

Si eso es lo que hacemos, seguro estaríamos pisando principios que a la postre nos dañan.
Steve Jobs solía decir:

“Si queremos dejar a todos contentos, entonces
hay que dedicarse a vender helados”.

Si queremos agradar a todos, vamos a integrar en nosotros las incoherencias de la sociedad. Pablo fue muy definido, tenía una prioridad, agradar a Dios. Esto concede estabilidad y seguridad.
Agradar a Dios debe ser nuestro propósito, responsabilidad y alegría. Agradar es más que obedecer. Incluye la manera y la motivación con que lo hago. El agradar a Dios no puede ser algo ocasional, momentáneo o estacional. Debe ser permanente.
Y ¿cómo sabemos lo que le agrada?
Preguntándoselo a él… ¡a través de su Palabra!
Esto nos compromete a obedecer a Dios. Desde luego, en una sociedad sin valores, la obediencia resulta muy complicada. En 1 Tesalonicenses 4:4 usa un ejemplo relativo al matrimonio y la pureza diciendo: “Que cada uno de ustedes sepa vivir con su mujer santa y decorosamente” (LPH), en vez de cultivar una pasión desordenada.

Toda intimidad sexual fuera del matrimonio heterosexual monogámico
distorsiona el plan de Dios. No necesitamos hacer una encuesta
para percatarnos de lo distorsionado que está el plan original de Dios.
No se puede complacer realmente al otro sino es en base al amor.
Un cónyuge que ama procura siempre hacer lo que agrada a su pareja.
Si se ama nada parece cargoso; si no se ama,
no piensa en agradar, sino tan solo en agradarse,
y hasta lo más placentero deviene rutina y hastío.
Honremos a Dios en nuestro cuerpo,
así como en el cuerpo espiritual,
que es la iglesia.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2021



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