16 de diciembre 2020 | Devoción Matutina para Damas 2020 | En el campo o en la ciudad

 

UN DÍA A LA VEZ

Lecturas Devocionales para Mujeres 2020

 

«Cuando llenaron a Jesús a crucificarlo, echaron mano de un hombre de Cirene llamado Simón, que venía del campo, y lo hicieron cargar con la cruz y llenarla detrás de Jesús» (Luc. 23:26).

 

Lo único que Úrsula conocía era el campo. A pesar de tener ya treinta años, esta encantadora mujer indígena nunca había ido a la ciudad. Ahora, cargando a su bebé, observaba con ojos de asombro a un avión que pasaba increíblemente cerca de ellas. La oí exclamar en su lengua cabécar, totalmente anonadada. Señaló al gran avión que le había dejado la boca abierta y la mente admirada. La ciudad no tenía nada que ver con su montaña, donde reinaba la calma. Nunca hubiera imaginado los ruidos, el movimiento, el ajetreo, el bullicio y los impactos visuales de la vida en la metrópoli.

Imagino también conmocionado a un hombre de hace dos mil años llamado Simón, que era de Cirene. Dice el texto bíblico que «venía del campo». Y allí estaba aquel campesino, en un lugar y en un día con un bullicio, un movimiento, un ajetreo y un impacto visual que nunca hubiera imaginado. «Se encontró con la multitud. Oyó las burlas y palabras soeces de la turba; oyó las palabras repetidas con desprecio: ‘¡Abran paso para el Rey de los judíos!’ Se detuvo asombrado ante la escena; y como expresara su compasión, se apoderaron de él y colocaron la cruz sobre sus hombros. Simón había oído de Jesús. Sus hijos creían en el Salvador, pero él no era un discípulo. Resultó una bendición para él llevar la cruz al Calvario, y desde entonces estuvo siempre agradecido por esa providencia. Ello lo indujo a tomar sobre sí la cruz de Cristo por su propia voluntad y a estar siempre alegremente bajo su carga» (El Deseado de todas las gentes, p. 691).

¿Por qué no fue encomendada esta misión de llevar la cruz a un discípulo que conociera bien al Maestro? ¿Por qué le tocó a Simón? Porque Dios nos busca allí donde estamos, para llevarnos a comprender el plan de la salvación y a aceptar a Cristo como nuestro salvador personal. Da igual si vives en el campo, si eres de la ciudad, si en tu casa no hay señal de Internet o no tienes celular… Dios te busca ahí donde estás. Y tú sabrás, al igual que Simón, al igual que Úrsula, que el Señor está muy cerca de ti, dirigiendo tu vida

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020



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