12 de abril | Devocional: Hijos e Hijas de Dios | La idea prioritaria
«¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios! Toda nación me honrará. Seré honrado en el mundo entero». Salmo 46: 10, NTV
LOS CRISTIANOS HEMOS DE […] CULTIVAR el amor por la meditación, y atesorar el espíritu de devoción. Muchos parece que dan muestras de rechazo a los momentos dedicados a la meditación, como si la investigación de las Escrituras, y la oración, fueran tiempo perdido. Yo quisiera que todo el mundo vieran estas cosas con la claridad que Dios quiere que las veamos, porque entonces haríamos del reino de los cielos lo más importante de la vida. El mantener el corazón enfocado en el cielo proporcionará vigor a todas las facultades, y dará sentido a todos nuestros deberes. El disciplinar la mente para que se espacie en las realidades celestiales pondrá vida y fervor en todo lo que vayamos a hacer.— Review and Herald, 29 de marzo de 1890.
Que todos los que busquen «ser participantes de la naturaleza divina» (2 Ped. 1: 4) aprecie el hecho de que debe huir de la corrupción que está en el mundo a través de la concupiscencia. Debe haber una lucha existencial, constante y ferviente, contra los malos pensamientos. Es imperativo establecer necesita una firme resistencia contra la tentación a pecar de pensamiento de acción. El alma ha de mantenerse libre de toda mancha por la fe en Aquel que es capaz de guardarnos sin caída.
Hemos de meditar en las Escrituras, fijando el pensamiento con serenidad y confianza en todo lo concerniente a nuestra salvación eterna. La infinita misericordia y el amor de Jesús, el sacrificio hecho en nuestro favor, requieren la más seria y solemne reflexión. Debiéramos espaciamos en el carácter de nuestro querido Redentor e Intercesor.— Review and Herald, 12 de junio de 1888.
Cuando el pensamiento esté imbuido de Cristo y su verdad, […] el creyente será capaz de sacar los tesoros del almacén del corazón.— The Youth’s Instructor, 7 de junio de 1894.
DEVOCIONAL HIJOS E HIJAS DE DIOS
Elena G. de White
(1331)
