6 de agosto 2023 | Devoción Matutina para Menores 2023 | Construcción y organización
«En el cuarto año del reinado de Salomón, […] se echaron los cimientos del templo del Señor; y en el año once de su reinado, […] se terminó el templo en todos sus detalles, según la totalidad del proyecto. En siete años lo construyó Salomón» (1 Reyes 6: 37, 38).
Siete años le tomó a Salomón dirigir la construcción del templo. Su padre David le había dejado todo preparado para construirlo: «Entrego para el templo el oro y la plata […] cien mil kilos del oro más fino, doscientos treinta mil kilos de plata refinada para cubrir las paredes de los edificios» (1 Crónicas 29: 3, 4). El ejemplo de David impulsó al pueblo a contribuir generosa y alegremente. El pueblo de Israel, en ese momento, tenía para dar oro y plata, y lo entregaron con júbilo. Debía ser una construcción hermosa e impresionante, pero los materiales no eran lo más importante, sino la generosidad de los adoradores. Siempre debemos entregarle a Dios lo mejor que poseamos.
Pero no todo se limitaba al edificio, era necesaria una organización para los servicios que se iban a llevar a cabo. Por lo tanto, el mismo David especificó el orden de los levitas (lee 1 Crónicas 23), el orden de los sacerdotes (lee 1 Crónicas 24), los músicos y cantores (lee 1 Crónicas 25) y los funcionarios, algo semejante a la labor que hoy realizan en el templo los diáconos y las diaconisas (1 Crónicas 26). Estos grupos involucraban a una gran cantidad de personas y familias que estaban dispuestas a servir en la Casa de Dios.
Sin duda, la actividad más sobresaliente y por la cual debía ser conocido el templo era la oración. De hecho, llegó a conocerse como «casa de oración». La asistencia para orar no se limitaría a Israel, sino que gente de todas las naciones serían bienvenidas para buscar a Dios en oración. El profeta Isaías lo menciona así: «Yo los traeré a mi monte sagrado y los haré felices en mi casa de oración. Yo aceptaré en mi altar sus holocaustos y sacrificios, porque mi casa será declarada casa de oración para todos los pueblos» (Isaías 56: 7).
Cuando vayas a la iglesia la próxima vez, recuerda que es el mejor lugar para conversar con Dios como con un amigo.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA MENORES 2023
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