27 de diciembre 2022 | Devoción Matutina para Adolescentes 2022 | La era espacial

«Por nada romperé mi pacto. […] Será tan eterno como la luna, ¡la cual es mi fiel testigo en el cielo!» (Salmo 89: 34-37, NTV).

Cuando eras niño, probablemente escuchaste historias de que había un hombrecito en la Luna. Probablemente te suene raro, ahora que eres mayor. Pero ¿sabías que la gente solía creer en esas cosas? Se escribieron libros y se hicieron películas sobre extraños viajes a la Luna. Por supuesto, la mayoría de la gente no tenía ni idea de lo lejos que estaba la Luna, ni de la cantidad de energía que se necesitaría para llegar allí, ni del tipo de sistemas de soporte vital que se necesitarían para lograrlo.
Para ser sinceros, a pesar de todas las investigaciones realizadas, los cálculos efectuados y las historias escritas, la mayoría de la gente probablemente nunca pensó que llegaríamos a visitar la Luna. Parecía una idea demasiado descabellada, demasiado peligrosa y solo remotamente posible con la tecnología entonces disponible. Todo esto cambió con la llegada de la era espacial. Se lanzó una misión tras otra a la estratosfera para dar la vuelta al mundo y realizar pruebas científicas.
Estados Unidos envió a tres astronautas en la primera cápsula espacial a la Luna, para que orbitaran diez veces alrededor de su superficie llena de baches y cráteres. Era la víspera de Navidad cuando iniciaron la primera órbita. Los astronautas, Frank Gorman, James Lovell, Jr. y William Anders, no vieron vida en la Luna, pero sí vieron la cara oscura de la luna, una cara que nadie en la Tierra había visto antes. Y fueron los primeros humanos en ver la gran canica azul que es nuestra Tierra suspendida en el espacio.
Entonces, la misión Apolo 8 de la NASA abandonó su órbita lunar para iniciar el viaje de regreso a la Tierra, aterrizando con seguridad en el Océano Pacífico el 27 de diciembre de 1968. Habían cumplido su misión y la Tierra nunca tuvo mejor aspecto para ellos. En el futuro se llevarían a cabo varias misiones de alunizaje, pero por el momento los astronautas estaban contentos de poder pisar el suelo terrestre.
Llegar a la Luna fue algo muy importante para nosotros, los terrícolas, pero no lo es para Dios. Él hizo la Luna. Cuando Dios creó la Tierra y la Luna, hizo un pacto con Adán que duraría para siempre, mientras la Luna estuviera en el cielo.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES 2022



(637)

DEJA UN COMENTARIO

Comentarios

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*