21 de mayo 2022 | Devoción Matutina para Damas 2022 | Sigue lanzando flechas

«Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión. Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones» (Efe. 6:18, NTV).

Cuando Elíseo estaba enfermo, el rey Joás fue a visitarlo. Los sirios habían atacado a Israel y reducido su poder miliar. En este contexto, el rey se acercó para recibir una última palabra del profeta. Elíseo lo instruyó para que abriese la ventana y disparase una flecha hacia el Este (en dirección a Afee, el lugar más estratégico entre Damasco y Samaría, donde Acab había derrotado a los sirios años antes). Una vez que el rey disparó la flecha, Elíseo dijo: «Saeta de salvación de Jehová, y saeta de salvación contra Siria; porque herirás a los sirios en Afee hasta consumirlos» (2 Rey. 13:17). Luego de asegurarle la victoria, Elíseo le pidió al rey que hiciera algo extraño: disparar flechas al suelo. Lanzar una flecha en dirección al país enemigo era una práctica común; simbolizaba una declaración de guerra. Cuando Elíseo le pidió a Joás que hiciera esto, el rey entendía el significado. Sin embargo, cuando le pidió hacer algo que no podía comprender, el rey no estuvo dispuesto. Tal vez pensando que se vería como un tonto, o que no era algo digno de un rey, Joás solo disparó tres flechas. Elíseo se enojó y dijo: «Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora solo tres veces derrotarás a Siria» (2 Rey. 13:19).
Esto se parece a nuestra vida de oración. Para tirar flechas hace falta esfuerzo. El rey debía continuar, aunque no entendiese y no obtuviese resultados inmediatos. Su problema fue el orgullo y la falta de persistencia. La oración es un arma de guerra espiritual. Muchas veces, ponemos excusas: «No sé orar», «No veo de qué sirven mis oraciones», «Parezco tonta repitiendo el mismo pedido». Si desistimos, no recibiremos la victoria completa que Dios desea darnos. Tal vez llevamos años orando para superar un defecto de carácter o por la salvación de un ser querido y no vemos resultados, pero el mensaje de Elíseo es claro: sigue lanzando flechas.
«Hay momentos de nuestra vida en que no vemos el resultado directo de nuestras oraciones, y el enemigo quiere que pensemos que Dios no nos escuchó o que no le importó», escribe Cindy Jacobs. «Esto nunca es así, incluso si no vemos respuestas inmediatas o los resultados que anticipamos». Sigue lanzando flechas; de rodillas eres más alta. ¡No te des por vencida!

Señor, ayúdame a persistir en la oración,
aun cuando no vea resultados inmediatos.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2022



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