13 de octubre 2022 | Devoción Matutina para Menores 2022 | Alcanzando las alturas

«Porque el Altísimo, el que vive para siempre y cuyo nombre es santo, dice: «Yo vivo en un lugar alto y sagrado, pero también estoy con el humilde y afligido, y le doy ánimo y aliento»». Isaías 57:15

Tenía globos grandes, chicos, vistosos, ¡de todos colores! Todos estaban llenos de helio, eran originales y ninguno se parecía al otro. Sin embargo, nadie se acercaba a comprarlos. Entonces el vendedor de globos tomó uno de sus mejores globos y lo soltó. El globo comenzó a elevarse lentamente encima de todo, rumbo al cielo.
De pronto un niño gritó: «¡Miren, un globo!». Y varios enfocaron su mirada al cielo. Para entonces, el vendedor ya había soltado otro globo, más grande y colorido. Esto hizo que todos dejaran lo que estaba haciendo y contemplaran cómo un globo perseguía al otro mientras subían al cielo. Para completar el espectáculo, el vendedor soltó dos globos más, atados entre ellos, y con los mejores colores que tenía. Al ver esto una tropa de niños pequeños lo rodeó y a gritos pedían a sus padres que les compraran un globo.
Cerca de allí, un niño de tez morena contemplaba muy triste y acongojado. El vendedor, que era un hombre bueno, le ofreció un globo, pero el pequeño rehusó tomarlo. «Te lo regalo, pequeño», le dijo el hombre. Pero el niño de pelo corto y ensortijado, con sus grandes ojos tristes, volvió a rechazar el regalo. Extrañado, el vendedor le preguntó al pequeño: «¿Qué es lo que te entristece?». Y el niñito le contestó: «Señor, si usted suelta ese globo negro que tiene ahí, ¿subirá tan alto como los otros globos?». Entonces el vendedor tomó el hermoso globo negro y, desatándolo, se lo entregó diciendo: «Haz tú mismo la prueba, suéltalo y verás como también tu globo sube al cielo».
Con esperanza, el niño se apresuró a soltarlo, y su alegría fue inmensa al ver que su globo también se elevaba como los demás globos. Entonces el vendedor, acariciando su cabecita rizada, le dijo con cariño: «Mira pequeño, lo que hace subir a los globos no es el tamaño, ni la forma ni el color, sino lo que tiene dentro».
No importa tu aspecto, tamaño o color, lo que realmente vale es lo que tienes dentro de tu corazón. Subir a las alturas es estar en la presencia de Dios. Si tienes un corazón humilde, él siempre está listo para darte los mejores regalos. No te conformes con menos, ¡alcanza las alturas que él tiene para ti!

Magaly

DEVOCIÓN MATUTINA PARA MENORES 2022



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