Miércoles 2 de febrero 2022 | Devoción Matutina para Damas 2022

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2022
SIN MIEDOS NI CADENAS
Vanessa Pizzuta
Lecturas Devocionales para Mujeres 2022

¡Adelante!

«¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos» (Apoc. 3:20, NTV).

Hay amigas a las que solo invitamos a pasar hasta la sala cuando la casa está bien ordenada y limpia; pero también hay amigas a quienes dejamos entrar hasta la cocina aunque tengamos una montaña de platos por lavar; y tratamos de cocinar algo sin salpicarnos el camisón. Anne y yo tenemos este tipo de amistad. Ella tiene acceso ilimitado a mi casa (y yo a la suya), aunque parezca que una bomba recién estalló y nada esté en su debido lugar. No siento necesidad de impresionarla o de impactarla con mis capacidades culinarias, decorativas o de ningún tipo. Ella es mi amiga; no viene a mi casa a juzgarme, sino a compartir.
Algunas veces estamos tan avergonzadas del desorden de nuestro corazón, que a Dios solo le permitimos llegar hasta la sala. Cuando pide permiso para entrar más adentro (hasta la cocina), nos paramos delante de la puerta y gritamos: «¡No, ahí no entres!». Cuando Dios insiste, intentamos meter todo a presión en el armario antes de dejarlo pasar. ¡Pero Dios no viene a juzgarnos, sino a sanarnos! Imagina cómo cambiaría nuestra vida si realmente creyéramos que Dios está a nuestro favor, no en nuestra contra. Imagina lo que podría suceder si aceptáramos que Dios nos ama al menos tanto como una buena amiga.
En Cómo orar por la voluntad de Dios para tu vida, Stormie Omartian escribe: «Recuerda que él nunca se abrirá paso a la fuerza, ni tirará abajo las paredes. Él simplemente golpeará suave y persistentemente y, a medida que lo invites, entrará para ocupar gentilmente cada rincón de tu vida, para limpiar y reconstruir».
Dios quiere remangarse la camisa y ayudarnos a ordenar, no quedarse sentado en la sala mientras nosotras escondemos nuestra vergüenza. Él quiere ensuciarse las manos para limpiarnos. Quiere perdonarnos. Quiere que lo dejemos pasar al sótano, donde tenemos guardados antiguos recuerdos dolorosos, para poder sanarnos. Él quiere reescribir nuestra historia y darnos una perspectiva libre de culpa. ¿Le abrirás la puerta?

Jesús, a veces siento tanto miedo y vergüenza de lo que puedas descubrir
en mi corazón si te dejo pasar… Pero tú lo ves todo y aun así me amas.
Hoy quiero abrir la puerta de par en par, quiero que entres adonde antes
no te permití acceso. Ven con tu amor y tu sanidad. Ven con tu aceptación
y tu poder.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2022
SIN MIEDOS NI CADENAS
Vanessa Pizzuta
Lecturas Devocionales para Mujeres 2022



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