Miércoles 14 de abril 2021 | Devoción Matutina para Adultos 2021
Cada uno da lo que tiene
¿Se atreve alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, llevar el asunto ante los injustos y no delante de los santos? (1 Corintios 6:1).
En el capítulo 6, Pablo aborda otro grave problema: Hermanos que se denunciaban mutuamente ante jueces paganos, en vez de resolver fraternalmente las diferencias. Esto era contrario a las enseñanzas de Cristo. Los cristianos no debían llevar a sus hermanos a tribunales infieles, a fin de no exponer la debilidad de la iglesia ante los que no amaban al Señor.
El apóstol muestra también cómo el pecado ciega a sus practicantes para que no perciban que están en error.
La familiaridad con el pecado hace que se pierda de vista su verdadera naturaleza.
Se termina creyendo que se puede vivir transgrediendo la ley de Dios y, al mismo tiempo, esperar confiadamente la salvación.
El Señor ha dejado bien claro que no puede haber acuerdo entre el pecado y la justicia, y que cualquiera que se apegue al pecado tendrá su recompensa (2 Cor. 6:16, 1 Juan 3:8, LPH). A pesar de todo, hay esperanza para todo tipo de pecado y de pecador.
El cristiano tiene libertad para participar de todo lo que forma parte del estilo de vida enseñado por Dios como el más beneficioso para la humanidad. Es libre para hacer lo que desee, pero hay una condición que es necesario cumplir: No hacer nada que cause escándalo a nuestro prójimo. Jesús lo resume: Amar a Dios y al prójimo son los principios que gobiernan la vida del verdadero cristiano. Tenemos plena libertad para hacer lo que deseemos, siempre y cuando no entremos en conflicto con estos dos principios.
La única manera segura de practicar la voluntad de Dios es huyendo de toda impureza, de todo pecado. De esta manera agradamos a Dios y preservamos la santidad de nuestro cuerpo.
Pablo sentía que la iglesia estaba perdiendo equilibrio interno y fuerza externa para cumplir la misión. Es preciso que tener equilibrio interno, a través de la comunión con Dios, para poder tener un presencia externa de fidelidad y de misión. Esto vale decirlo de cada uno de los miembros y de la iglesia en su conjunto.
Hubo alguien que echaba basura por encima del muro que separa el patio suyo del patio del vecino. Este, de manera amable, devolvía la “cortesía” con una caja de verduras cultivadas por él mismo, con una nota que decía: “Cada uno da lo que tiene”.
Como individuos y como iglesia damos lo que tenemos. Quien se llena de la basura de los conflictos y los pecados, fragiliza su aporte a la comunidad.
Quien se llena de Cristo y de su Palabra, gana fuerzas para cumplir la misión.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2021
SU GRACIA ES SUFICIENTE
Pr. Bruno Raso
Lecturas devocionales para Adultos 2021
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(1992)