Martes 18 de agosto 2020

Devoción Matutina para Damas 2020

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020 – Un día a la vez 2 – Portada libro

Marta

 

UN DÍA A LA VEZ

Lecturas Devocionales para Mujeres 2020

 

«Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?» (1 Juan 3:17, RVR).

 

Un grupo de diez hermanos de la iglesia de Ceneba, en Majuela, Costa Rica, decidieron un día hacer trabajo misionero en las calles. El plan fue el siguiente: situarse en las inmediateces del Parque Juan Santa María y dar el desayuno a los indigentes de la zona que quisieran acercarse. Así que, todos los domingos, estos hermanos llevaban a cabo el mismo programa, que consistía en lo siguiente: 1) compartir alabanzas al Señor por medio del canto; 2) predicar un sencillo tema espiritual especial para ellos, y 3) entregarles su esperado desayuno, que contenía gallo pinto, huevo, plátano y agua dulce. A los que estuvieran interesados, se les ofrecía alojamiento gratuito en Hogares Crea, una institución sin ánimo de lucro para la rehabilitación y reinserción social de adictos.

Por medio de esta iniciativa de la iglesia de Ceneba fue como conocimos a Marta. Marta era alcohólica; según sus propias palabras, bebía cinco botellas de licor al día. Vivía en la calle, pues no tenía adonde ir. Tampoco comía; solo bebía. Ella se presentaba a desayunar los domingos, aunque se mostraba indiferente al llamado de Dios que se hacía a través de la predicación. De hecho, Marta se burlaba del contenido religioso de la iniciativa, y se negaba a la idea de participar en un programa de rehabilitación. Pero eso fue al principio. Seis meses después de su primer contacto con esa iniciativa, Marta llegó un sábado a nuestra iglesia, sobria, limpia y con total lucidez. Desde entonces hasta hoy se ha venido reuniendo sábado a sábado con sus hermanos adventistas, y ya no es la misma Marta que conocimos. Jesús está haciendo grandes cosas por ella, y todo comenzó con una sencilla iniciativa de una sencilla iglesia.

Leemos en Gálatas 6:10: «Según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos» (RVR), sin discriminación, sin hacer acepción de personas, sin prejuicios, con amor. Porque hay mucha gente que necesita una mano; y tender esa mano es una manera sensible y delicada de llegar al corazón. Una vez contamos con la amistad y la confianza de una persona, podemos hablarle de nuestro maravilloso Salvador. Por supuesto, es su decisión aceptarlo o no, pero nosotras sabemos cómo cambia la vida de una persona cuando es Cristo quien vive en ella. Es comenzar a vivir.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020

UN DÍA A LA VEZ

Patricia Muñoz Bertozzi

Lecturas Devocionales para Mujeres 2020



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