Lunes 6 de septiembre 2021 | Devoción Matutina para Adultos 2021
Sazonados
“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno” (Colosenses 4:6).
MÁS ALLÁ DE QUE EL ABUSO del consumo de sal puede resultar perjudicial para la salud, no podemos negar sus beneficios. La sal marina tiene numerosas virtudes para nuestra salud ya que aporta minerales, suministra el magnesio necesario, regula los niveles de azúcar en sangre y fija el agua a nuestro organismo.
La sal común (CINa: cloruro de sodio) regula la presión arterial, la distribución de agua en el organismo y el volumen sanguíneo, colabora en la absorción de nutrientes, aporta energía, es necesario para el correcto funcionamiento de músculos y del sistema nervioso, y forma parte de los huesos.
¿Por qué Pablo dijo que nuestras palabras tienen que tener gracia, ser sazonadas y convenientes? Está claro que:
Hay formas y formas de decir las cosas, con las que podemos invalidar,
o convalidar, un contenido veraz, por la forma en que lo expresamos.
Por otro lado, el mismo Jesús nos mostró que la sal, que da sabor agradable a los alimentos, es el símbolo de los hijos de Dios, cuya vida y testimonio deben ser llenos de sabor y atractivo. El creyente es “la sal de la tierra” (Mat. 5:13). No hay nada más falto de sentido, insípido y mortífero que un cristiano anodino, de vida irrelevante y de palabras huecas e intrascendentes.
Así como la sal detiene la corrupción y al mismo tiempo produce necesidad de agua;
el creyente es un freno a la corrupción y produce sed, lo que lleva
a las personas a recurrir a Jesús, la Fuente de agua viva.
Pablo animó a que la forma de hablar de los cristianos fuera “sazonada con sal”, es decir con una actitud saludable y atrayente. Cuando el cristiano abre la boca deben fluir palabras agradables, provechosas y edificantes. Tal fue la importancia de la sal que formaba parte de la soldada de las legiones romanas. Y de ahí viene que al pago por el trabajo sea llamado “salario”.
“Al pronunciar palabras vacías y necias alentamos a otros para permitirse
la misma clase de conversación […]. Nuestros labios debieran pronunciar
únicamente palabras puras y sanas. Nadie puede imaginar cuánto pecado
proviene de las palabras descuidadas, necias y sin sentido […].
Cada palabra que hablamos es una semilla
que germinará y producirá frutos buenos o malos
de acuerdo con su carácter” (La fe por la cual vivo, p. 238).
Solo de una vida sazonada por la permanente presencia de Cristo
pueden salir consejos y palabras sazonadas.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2021
SU GRACIA ES SUFICIENTE
Pr. Bruno Raso
Lecturas devocionales para Adultos 2021
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