Lunes 23 de noviembre 2020

Devoción Matutina para Damas 2020

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020 – Un día a la vez 2 – Portada libro

El error de no orar

 

UN DÍA A LA VEZ

Lecturas Devocionales para Mujeres 2020

 

«El Altísimo, el que vive para siempre y cuyo nombre es santo, dice: “Yo vivo en un lugar alto y sagrado, pero también estoy con el humilde y afligido, y le doy ánimo y aliento'» (Isa. 57: 15)

 

Me alistaba apresuradamente, pues iba contra reloj. En media hora debíamos tomar el autobús que nos llevaría a Orotina. Mis hijos eran miembros del Club de Aventureros de la iglesia, que había planificado una actividad para ese fin de semana. Yo había estado tan cargada de trabajo en los últimos días que me sentía física y mentalmente agotada. Por eso no deseaba ir a aquel campamento. Además, algo en mi interior me decía que no debía ir, pero para entonces yo sabía que no me quedaba otro remedio; era demasiado tarde para decir no. A mis hijos les encantaba el Club y disfrutaban mucho de los campamentos. Yo, por mi parte, cometí un error: entre el estrés de trabajo, las prisas, los preparativos para el viaje y mi dilema interno, olvidé orar antes de tomar una decisión y también antes de partir.

Ya en el campamento, me di cuenta en seguida de que Dios había tratado de avisarme de que no debía haber ido. Para mí, aquella fue una estancia muy difícil. Lloré, pidiéndole a Dios que me perdonara, principalmente, por no haber orado antes de ir a aquel lugar en el que encontré tantos obstáculos, que no los pude superar. La parte buena es que me sentí perdonada, y que Dios vivificó mi corazón. Así hará también contigo.

Sé que en ocasiones tú también te has sentido fatal, especialmente al darte cuenta de que ibas como una autómata por la vida, de aquí para allá, sin tomar el tiempo de relacionarte con Dios, buscándolo en oración. Después, inevitablemente te preguntabas: «¿Por qué cometí ese error?» Y la respuesta es obvia: «Porque ni siquiera busqué la aprobación del Señor antes de actuar». Ese es un error grave que hemos de evitar. Porque la única seguridad que tenemos las mujeres cristianas está «en la vigilancia y la oración siempre crecientes. […] La comunión con Dios estimula los buenos pensamientos, las aspiraciones nobles, la percepción clara de la verdad y los elevados propósitos de acción. Los que así se ponen en comunión con Dios son reconocidos por él como sus hijos e hijas. Se elevan constantemente obteniendo más claros conceptos de Dios y de la eternidad, hasta que el Señor hace de ellos conductos de Luz y de sabiduría» (La oración, pp. 184,185).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020

UN DÍA A LA VEZ

Patricia Muñoz Bertozzi

Lecturas Devocionales para Mujeres 2020



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