Entonces dijo Dios: ¡Hagamos al hombre a nuestra imagen! […] ¡Y domine […] sobre la tierra!’ (Gén. 1:26).
La humanidad recibió, originalmente, la responsabilidad de ocuparse de todos los seres vivientes.
Cuando llegas de vuelta a casa con él, tu perro tal vez esté agotado, por lo que necesita de una siestecita reparadora. Puedes dejar que se acueste en su alfombra de dormir (4n dólares); o que se acueste, muy abrigado, en su propia almohadilla eléctrica (70 dólares). Después de su siesta, tal vez quieras darle alguna golosina. Puedes elegir entre galletitas con sabor a queso (17 dólares la caja) o galletas para perros (9 dólares la caja).
Mantener a las mascotas con buena salud y felices es responsabilidad de su dueño. Pero ¿te parece que el día de un perro descrito en los párrafos anteriores es lo que Jesús se proponía cuando encomendó al hombre la tarea de velar por los seres vivos y cuidarlos?
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