Jueves 26 de noviembre 2020

Devoción Matutina para Damas 2020

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020 – Un día a la vez 2 – Portada libro

La oración intercesora

 

UN DÍA A LA VEZ

Lecturas Devocionales para Mujeres 2020

 

«Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que, si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye» (1 Juan 5:14).

 

Cuenta una historia que un barco naufragó durante una tormenta y solo dos hombres sobrevivieron porque fueron arrastrados a una isla desierta. En la isla, ninguno de los dos sabía qué hacer, y como ambos eran cristianos, decidieron orar a Dios. Pero para que sus oraciones fueran más eficaces, se separaron. Cada uno se situó en un punto opuesto de la isla y elevaron sus oraciones al Señor de forma independiente.

El primer hombre oró para que Dios les diera alimentos que comer y, a la mañana siguiente, vio cerca de él un árbol con frutas maduras. Alargó el brazo y comió. Después, como se sentía solo, oró por compañía y, a la playa donde estaba, llegó una mujer que también había sido víctima de un naufragio. Finalmente, oró por poder abandonar la isla y, al día siguiente, avistó un barco a la distancia, le hizo señales y lo rescataron. Mientras se alejaba de la isla vio al otro hombre, solo y desmejorado, y pensó: «Está claro que él no es un buen cristiano, pues Dios no parece haber respondido ninguna de sus oraciones». Y decidió dejarlo abandonado a su suerte.

De pronto, sintió la voz de Dios, que le decía:

—¿Por qué dejaste a tu compañero abandonado en la isla?

—Porque es imposible que sea un buen hombre si tú mismo no has querido contestar sus oraciones. Además, yo no le debo nada a él.

—Estás totalmente equivocado en las dos cosas —le dijo Dios.

-¿De verdad? ¿Qué fue lo que pidió? ¿Y qué es lo que le debo yo para tener que regresar a buscarlo? -quiso saber el hombre.

—Al final de cada oración, él siempre añadía: «Señor, que las oraciones de mi compañero le sean concedidas». Y eso es lo que sucedió: por amor a él, le concedí su oración intercesora por ti.

Dice la Biblia: «La oración eficaz del justo puede mucho» (Sant. 5:16, RVR). Y en sus oraciones, el justo no solo pide por sí mismo, sino que incluye a su prójimo, incluso a los que lo ultrajan y persiguen (ver Mat. 5:44). «Todos formamos parte del gran tejido de la humanidad; todos somos miembros de una sola familia. En nuestras peticiones hemos de incluir a nuestros prójimos tanto como a nosotros mismos. Nadie ora como es debido si solamente pide bendiciones para sí mismo» (Hijas de Dios, p. 269).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020

UN DÍA A LA VEZ

Patricia Muñoz Bertozzi

Lecturas Devocionales para Mujeres 2020



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