Domingo 23 de agosto 2020

Devoción Matutina para Damas 2020

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020 – Un día a la vez 2 – Portada libro

¿Quién?

 

UN DÍA A LA VEZ

Lecturas Devocionales para Mujeres 2020

 

«¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas»(Sal. 24:3, 4, RVR).

 

A Leda le gustaba ver pornografía en horas de trabajo hasta que, un día, la descubrieron, y ante toda la empresa quedó en duda su cristianismo.

Y no es que Leda no fuera cristiana, es que era humana, con una adicción que le costaba superar y con un secreto en su vida que de pronto salió a la luz. Que arroje la primera piedra quien esté libre de caer víctima de las redes que el enemigo tiende alrededor de los apetitos humanos. El menú de posibilidades es tan amplio, que nubla la vista.

Pero el hecho de reconocer que somos humanas, con una naturaleza carnal, no es justificación para no hacer nada por vivir un estilo de vida que agrade a Dios. En él está la fuerza si en nosotras está el deseo de intentarlo. ¿Y cuál es la vida que agrada a Dios? Tenemos una visión de ella en el Salmo 24.

«¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?», se pregunta el salmista. Esta es la respuesta: «El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas» (Sal. 24:3,4, RVR). Vayamos por partes.

  • El limpio de manos. ¿Qué es ser limpia de manos? Es básicamente la diferencia entre el pensamiento y la práctica. ¿Nos asaltan tentaciones y deseos? Sí, varias veces al día. Nos asaltan ganas de actuar mal con el prójimo o simplemente de disfrutar el pecado. Evitar que se nos cruce un pensamiento es imposible, pero darle cabida de tal manera que busquemos cómo llevarlo a la práctica sí es evitable. A Dios le agrada que nos responsabilicemos de nuestros actos evitando cometer aquello que, aunque se nos cruce por la mente, sabemos que le desagrada.

  • El puro de corazón. Obviamente, la religión no consiste en guardar formas, sino en una pureza de pensamiento que se va logrando al ver que Dios nos da el poder de no llevar a la práctica los deseos de la carne. Victoria tras victoria, nuestra manera de pensar se va adecuando a los principios bíblicos.

  • El que no ha elevado su alma a las cosas vanas e inútiles, sino que se deleita en lo profundo, en las cosas de Dios, en todo lo que es digno de alabanza.

 

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020

UN DÍA A LA VEZ

Patricia Muñoz Bertozzi

Lecturas Devocionales para Mujeres 2020



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