Domingo 2 de noviembre 2025 | Devoción Matutina para Damas 2025

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2025 POSDATA: Más feliz en Cristo Sayli Guardado Lecturas Devocionales para Mujeres 2025

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2025
POSDATA: Más feliz en Cristo
Sayli Guardado
Lecturas Devocionales para Mujeres 2025

Acepta y olvida

«Si haces mi voluntad, y cumples mis leyes y mandamientos, como lo hizo David, tu padre, te concederé una larga vida» (1 Reyes 3:14).

«No me puedo perdonar» es un comentario frecuente entre las jóvenes que escriben en busca de ayuda. La culpa carcome sus emociones y abre un profundo hueco en sus corazones, por donde se cuela la alegría de vivir.
Una falta cometida en el pasado las persigue cual sombra, y cada vez que se miran en el espejo lo único que pueden ver es la indignidad que el pecado les produjo. Oran muchas veces pidiendo perdón a Dios, pero el problema es que ellas mismas no pueden perdonarse.
Cierto día, el rey David oró a Dios de la siguiente manera: «No te acuerdes de mis pecados ni del mal que hice en mi juventud. Señor, acuérdate de mí, por tu gran amor y bondad» (Salmo 25: 7). Los pecados de David fueron codicia, adulterio, engaño, homicidio y traición (ver 2 Samuel 11); y su rebeldía fue mandar a censar al pueblo a pesar de que Dios no había dado la orden (ver 2 Samuel 24). ¿Te das cuenta de lo terrible de sus pecados? No obstante, tras la muerte de David, cuando Salomón asumió el trono, Dios le dijo lo que puedes leer en el versículo de hoy.
¡Parece que Dios sufrió un lapso de memoria! ¿Olvidó acaso lo trágicos que resultaron los actos de David? Ciertamente no. Sin embargo, cuando le pedimos perdón, Dios promete no volvernos a recordar ni reprochar la falta (ver Isaías 43: 25). Y eso fue exactamente lo que hizo con su escogido. Por su parte, David decidió no reprocharse a sí mismo los errores pasados, sino confiar en las promesas divinas. Borrón y cuenta nueva fue lo que hizo y, en consecuencia, pudo llevar una vida recta y justa delante de Dios.
¿Por qué sigues llorando y lamentándote por el pasado? No dejes que tu pasado determine tu futuro. No puedes permitir que la culpa por los pecados que cometiste te impida llegar a la patria celestial. Acepta hoy el perdón de Dios y olvida tu pecado. El único interesado en recordártelo es Satanás. La próxima vez que Satanás te recuerde tu pasado, recuérdale tú su futuro. La buena noticia es que hoy mismo, antes de iniciar tus labores, puedes dejar en Dios ese peso que hasta ahora has llevado a cuestas.
En este momento dobla tus rodillas y pide perdón a Dios por última vez.
Acepta ese perdón, y Dios y tú comenzarán de nuevo.

Posdata: Feliz porque Dios olvida.

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