8 de octubre 2021 | Devoción Matutina para Adultos 2021 | Es ahora, somos nosotros
“Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrara en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna” (1 Timoteo 1:15,16).
PABLO ERA LA PRUEBA de que el evangelio transforma vidas. Y él no se cansaba de dar testimonio de ello. Antes había sido blasfemo, porque había negado la divinidad de Cristo, utilizó toda su influencia y fuerzas para destruir el evangelio y la iglesia, con persecución y muerte. Fue implacable, soberbio, violento y ciego a la verdad. Esteban lo supo y lo sufrió, entre tantos otros.
Pablo declaró que se requirió una gracia abundante para salvarlo. Él usaba el superlativo, sentía que las palabras no alcanzaban para expresar todo. Él seguía considerándose el primero de los pecadores. No dice “fui” el primero; dice “soy” el primero. Este es un mensaje de ánimo: si hubo esperanza para él, la hay para todos. Pablo se transforma de perseguidor a predicador, de asesino a pastor, de comisionado para el mal en misionero para el bien, de fanático del formalismo en heraldo del cristianismo.
Debemos vivir la misma pasión que vivió Pablo; esa que también sintió la División Sudamericana. Con el apoyo de todas las uniones e instituciones sentimos deuda y gratitud por los sacrificados pioneros que un día llegaron a nuestras tierras con el mensaje del evangelio. Por eso enviamos, y sostuvimos durante cinco años, a veinticinco misioneros y sus familias a lugares sumamente inhóspitos. Por motivos obvios guardamos sus nombres, pero agradecemos a Dios por haber sido colocados en las manos del Señor para cumplir la misión.
Hubo experiencias de milagros y de luchas. Un matrimonio perdió su segundo hijo a los diez días de vida. Fue una odisea sepultarlo porque nada cristiano podría ser recibido en aquellas tierras. Otros tuvieron que aprender idiomas, culturas, comidas, amistades diferentes. Muchas conquistas ya ocurrieron en muchos lugares: son vidas transformadas e incorporadas al reino de Dios.
¿Qué mueve a alguien a salir de su zona de confort e ir a zonas totalmente
ignorantes del evangelio? ¿Qué mueve a los que no van, pero apoyan
con recursos y oraciones? ¿Qué mueve a los que quedan donde
siempre estuvieron a vivir su fe de manera comprometida y fiel?
¿Nos estamos moviendo? ¿Con cuántas personas contactamos
y ministramos la Palabra para llevarlos a Jesús?
En su momento Pablo y los misioneros
para el mundo ya respondieron.
Ahora nos toca responder a nosotros.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2021
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