7 de mayo 2022 | Devoción Matutina para Damas 2022 | El dolor del cambio

«Alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica.
Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo» (1 Ped. 1: 6-7, NTV).

Para cambiar, debemos contrarrestar la inercia. Como en la física, nuestras tendencias se resisten al cambio de velocidad y dirección. Por eso, todo cambio implica tolerar incomodidad y dolor. En ¿Cómo crecemos?, Henry Cloud y John Townsend lo describen de esta manera: «Modificamos nuestra conducta cuando el dolor de no cambiar es más grande que el producido por el cambio. Las consecuencias de nuestras malas decisiones proveen el dolor que motiva el cambio».
El dolor, con toda su incomodidad y desprestigio, es un gran aliado en el cambio. El dolor actúa como una luz ultravioleta, revelando aspectos en los que necesitamos madurar. Si aceptamos más obligaciones de las que podemos sobrellevar, el cansancio nos expone. Si no dimos nuestra verdadera opinión por miedo a ofender, la relación enrarecida nos delata. Si no cuidamos bien nuestra salud, nuestro cuerpo lo evidencia. El dolor nos obliga a prestar atención. C. S. Lewis, en El problema del dolor, señala que Dios nos susurra en nuestros placeres, nos habla en nuestra conciencia, pero grita en nuestro dolor; el dolor es su megáfono para despertar.
Por unos momentos, presta atención a un aspecto de tu vida que te trae dolor y considera cuál es el mensaje subyacente. Pídele a Dios que te ayude a entender cómo puedes aprender y crecer a través de esta experiencia. Pídele que te dé integridad emocional para no ignorar la realidad, y valentía para enfrentarla. Pídele que te muestre un pequeño paso que puedes dar hoy para cambiar. Y mientras hablas con Dios, reflexiona en las palabras del poema «Risk» [Riesgo], de la escritora estadounidense Elizabeth Appell: «Llegó el día en que el riesgo que corría por permanecer apretada dentro del capullo era más doloroso que el riesgo que corría por florecer».
Señor, cuando la incomodidad de una situación me revele que preciso
cambiar, dame la integridad y el coraje emocional necesarios.
Y la sabiduría para dar pequeños pasos cada día.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2022



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