5 de noviembre | Mi vida Hoy | Elena G. de White | El escudo de la fe
Sobre todo, tornando el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. (Efe. 6:16)
La fe en la Palabra de Dios, cuyas páginas hayan sido estudiadas con oración y aplicadas en la vida práctica, será nuestro escudo contra el poder de Satanás y nos liará vencedores por medio de la sangre de Cristo. (1T:302)
Cuando las afinas se convierten, todavía no han sido salvas. Aún tienen que correr la carrera; les aguarda la recia lucha en que debe pelear «la buena batalla de la fe,» y esforzarse por avanzar hacia la meta, a fin de conseguir el premio de la elevada vocación que es en Cristo Jesús. Esta es una lucha sin tregua; la guerra dura toda la vida, y debe mantenerse con decidida energía, en proporción al valor del propósito por el cual se lucha, que es la vida eterna. Este asunto abarca se nos hace participantes del sacrificio de Cristo en esta vida, y luego se nos augura que seremos participantes de todos los beneficios inherentes a la vida inmortal del futuro, si mantenemos firme el principio de nuestra confianza hasta el fin. Reflexionad sobre esto.
He aquí la promesa: “Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la tentación la salida.» Mantened hasta el fin vuestra firmeza cristiana y no murmuréis contra Dios…Considerad los valores eternos que todo esto abarca. No podéis desanimaron y desechar vuestra confianza. El Señor os ama; confiad en él. El Señor Jesús es vuestra única esperanza. Haced obra segura con resultados eternos. No debéis murmurar, ni quejaron ni condenaron a vosotros mismos. No descuidéis ningún medio de gracia., Estimulad a vuestra alma para que crea y confíe en Dios. (Carta 33, 1895)
En el Señor tenemos justicia y fortaleza. Apoyaos en él, y por su poder podréis apagar los ardientes dardos del adversario, y resulta: más que vencedores. (4T:213-214) (324)
DEVOCIONAL MI VIDA HOY
Reflexiones para cada día
Elena G. de White
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