5 de noviembre | Devocional: Una religión radiante | Un alegre cometido que hace feliz
«¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como está escrito: “¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!”». Romanos 10: 15
CUANDO FUERON ORDENADOS LOS DOCE, se dio el primer paso en la organización dé la iglesia que después de la partida de Cristo habría de continuar su obra en la tierra. […] Contemplemos la impresionante escena. Miremos a la Majestad del cielo rodeada por los doce que había escogido; está por apartarlos para la misión. Mediante esos débiles agentes, mediante su Palabra y Espíritu, se propone poner la salvación al alcance de todos.
Con alegría y gran complacencia, Dios y los ángeles contemplaron la escena. El Padre sabía que la luz del cielo irradiarían de estos hombres; que las palabras habladas por ellos como testigos de su Hijo repercutirían de generación en generación hasta el fin del tiempo.— Los hechos de los apóstoles, cap. 2, p. 16.
El Salvador nos llama hoy a la acción, como llamó a Mateo, a Juan y a Pedro. Si su amor mueve nuestro corazón […] seremos felices siendo colaboradores suyos […]. Si hacemos de Dios nuestra fortaleza, adquiriremos una clara comprensión de nuestro deber, nuestras aspiraciones serán altruistas, y nuestra motivación vital será la más noble.— El ministerio de curación, cap. 40, p. 344.
Si nos mantenemos en comunión con Dios siempre tendremos mucho que hacer para él. Cuando actuemos con el espíritu del Maestro, tratando de alcanzar a otros con la verdad, nunca nos parecerá aburrida ni pesada la labor de conducirlos a Cristo. Hemos de ser mayordomos del Señor, y nuestro fervor irá en aumento a medida que nos entreguemos por entero al servicio de Dios. Abrir las Escrituras para que otros las conozcan es la labor más gratificante.— Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 96, adaptado.
«¡Cuán hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas!
Los pies del que anuncia la paz, del que trae buenas noticias, del que anuncia salvación, del que le dice a Sion: “¡Tú Dios reina!”». Isaías 52: 7, KVC
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DEVOCIONAL: UNA RELIGIÓN RADIANTE
Reflexiones diarias para una vida cristiana feliz
Elena G. de White
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