5 de junio | Devocional: Una religión radiante | Sociabilidad y solidaridad

«Aún recuerdo tus lágrimas de despedida. ¡Ojalá pudiera verte de nuevo para llenarme de alegría». 2 Timoteo 1: 4, LPH

SUFRIMOS UNA GRAN PÉRDIDA cuando descuidamos la oportunidad de congregamos para fortalecemos y edificamos mutuamente en el servicio de Dios. Las verdades de su Palabra pierden su vitalidad y trascendencia en nuestra vida. Nuestro corazón deja de ser iluminado y vivificado por la influencia santificadora, y nuestra espiritualidad declina. En nuestro trato como cristianos perdemos mucho por falta de solidaridad mutua. Aquellos que se encierran demasiado en sí mismos, rechazan una de las responsabilidades que Dios nos ha asignado. […]

Si todos los cristianos nos uniéramos fraternalmente y nos habláramos unos a otros del amor de Dios y de las maravillosas promesas de la redención, nuestro corazón se fortalecería, y nos edificaríamos mutuamente.— El camino a Cristo, cap. 11, pp. 150-151.

Todos somos hijos de un solo Padre y dependemos unos de otros para ser felices. Somos objeto de los requerimientos de Dios y de la humanidad. Al cultivar correctamente los elementos de sociabilidad de nuestra naturaleza, nos solidarizamos con nuestros hermanos, y los esfuerzos que hacemos por apoyar a nuestros semejantes nos harán felices.— Patriarcas y profetas, cap. 52, pp. 523-524.

«Cada vez que me acuerdo de cómo lloraste y te pusiste triste, me dan más ganas de verte. ¡Cómo me alegraría eso! Tu abuela Loiday tu madre Eunice confiaron’ sinceramente en Dios;y cuando me acuerdo de ti, me siento seguro de que también tú tienes esa misma confianza». 2 Timoteo 1: 4-5, TLA

 

MI RELEXIÓN PERSONAL

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UNA RELIGIÓN RADIANTE

Reflexiones diarias para una vida cristana feliz

Elena G. de White



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