4 de febrero 2025 | Devoción Matutina para Jóvenes 2025 | El sillón de Gaby
«Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!». Lucas 11: 13
Por lo general, cuando deseo obtener más información sobre un tema bíblico o comprender mejor un pasaje de las Escrituras, dedico tiempo a la lectura y al estudio del mismo, explorando su contexto y su teología. Sin embargo, recientemente, logré una comprensión más profunda del versículo de hoy, no a través del estudio, sino debido a un cambio en mi vida.
Hace poco compartí contigo mi experiencia al descubrir que estábamos esperando nuestro primer hijo. Cuando faltaban cuatro meses para el parto, decidimos adquirir algunos de los muebles esenciales para el cuidado del bebé. Varios amigos me aconsejaron comprar un sillón amplio y cómodo para que Gaby pudiera amamantar.
Así que nos dirigimos a la tienda para explorar las opciones disponibles.
La vendedora que nos asistió nos presentó un sillón que era bastante «popular», pero al verlo, lo rechacé de inmediato, ya que era de tela y parecía propenso a ensuciarse fácilmente. Luego, nos mostró uno de cuero, pero me pareció demasiado pequeño. Cuando buscó un sillón más grande, lo rechacé porque no tenía la opción de mecerse. Cuando encontró uno que también se mecía, objeté que podría rayar el piso de la habitación. Después, cuando me presentó uno de cuero, amplio, con mecedora y que no dañaría el suelo, noté que el sistema de reclinado no era eléctrico, así que le dije: «No quiero que Gaby tenga que tirar de una palanca mientras carga al bebé con la otra mano».
Después de tantas exigencias, la vendedora nos consiguió un sillón que logró llenar mis expectativas, aunque me advirtió que su precio sería considerablemente mayor que el del primer sillón que me había mostrado. «No importa – le dije-, es mi hijo y le voy a dar lo mejor que esté a mi alcance. Deme ese sillón».
Después de esa experiencia, comprendo mucho mejor cómo funciona la oración.
No solo porque constantemente elevo peticiones a Dios, sino también porque ahora, como padre, me preocupo por darle lo mejor a mi hijo. Reflexionando sobre esto, me doy cuenta de que si yo, siendo malo e imperfecto, me esfuerzo por dar lo mejor a mi hijo, ¿cuánto más no hará Dios, que es bueno y perfecto? Te animo a presentar tus peticiones a Dios, pero ten en cuenta que, mientras tal vez estés orando por un sillón de tela, Dios podría estar preparándote un sillón de cuero, reclinable, eléctrico y amplio …
========================
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2025
- 13 de febrero | Valentía paternal | Toda Palabra | Pr. Robert Costa
- 2 Timoteo 2 | Reavivados por su Palabra | #RPSP
- 13 de febrero 2025 | Devoción Matutina para Adultos 2025 | Paz en la tormenta
- 13 de febrero 2025 | Devoción Matutina para Jóvenes 2025 | Los cinco lenguajes del amor
- 13 febrero 2025 | Devoción Matutina para Damas 2025 | Los riesgos de la tristeza
(3067)