30 de septiembre | Hijos e Hijas de Dios | Elena G. de White | Entonces vendrá el Señor
«Y esta buena noticia del reino será anunciada en todo el mundo, para que todas las naciones la conozcan; entonces vendrá el fin». Mateo 24:14, DHH
«ASÍ COMO EL PADRE ME ENVIÓ, también yo los envío a ustedes» (Juan 20: 21, RVC). Hemos de dar un testimonio tan claro en favor de la verdad como es en Jesús, como lo dieron Cristo y los apóstoles. Confiando en la eficacia del Espíritu Santo, hemos de testificar de la misericordia, la bondad y el amor de un Salvador crucificado y resucitado, y ser así instrumentos por medio de los cuales se disipe la oscuridad que llena muchas mentes, haciendo que de muchos corazones asciendan a Dios alabanzas y acciones de gracia. Toda hija y todo hijo de Dios tiene una gran obra que hacer. […] En la medida en que el instrumento humano se compromete en la misión, el Señor obra en él y por medio de él.— Review and Herald, 25 de junio de 1895.
Los que no acepten el último solemne mensaje de amonestación que se está proclamando al mundo, pervertirán las Escrituras; atacarán el carácter de los defensores de la verdad bíblica y harán falsas declaraciones respecto a su fe y sus enseñanzas. Se emplearán todos los medios posibles para distraer la atención: espectáculos, juegos, carreras de caballos y todo tipo de diversiones. Un intenso poder infernal los incitará a oponerse al mensaje procedente del cielo. […]
Alistémonos bajo la bandera del Príncipe Emanuel, y en el nombre y la fortaleza de Jesús, avancemos decididamente hacia la meta.— Review and Herald, 2 de julio de 1885.
Cuando los miembros de la iglesia de Dios cumplan con su parte en la labor señalada en los campos menesterosos de su país y del extranjero, en cumplimiento de la comisión evangélica, pronto será amonestado el mundo entero, y el Señor Jesús volverá a la tierra con poder y grande gloria.— Los hechos de los apóstoles, cap. 11, p. 86.
DEVOCIONAL ADVENTISTA
HIJOS E HIJAS DE DIOS
Elena G. de White
(1363)