30 de diciembre 2020 | Devoción Matutina para Adultos 2020 | La seguridad de la salvación

 

BUENA MEDICINA ES EL CORAZÓN ALEGRE

Lecturas devocionales para Adultos 2020

 

“Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:28).

En un estudio realizado por investigadores de la Universidad Cardiff (Reino Unido) y la Universidad de Notre Dame (EE.UU.) se evaluaron las relaciones entre el conflicto conyugal y la seguridad emocional de los hijos en ciento ochenta y un familias, con hijos de entre once y doce años. El estudio mostró que la seguridad emocional de los niños se ve afectada significativamente por el conflicto interparental y puede asociarse a su vez con síntomas de angustia psicológica que perduran en el tiempo. Investigaciones posteriores agregan que los problemas presentados en la infancia relacionados con la falta de seguridad emocional se profundizan, por lo general, al llegar a la adolescencia. Aunque tales estudios no han examinado cuáles son los factores protectores que evitarían el desarrollo de consecuencias negativas, lo claro es que la seguridad emocional resulta imprescindible para el desarrollo saludable del ser humano.

Desde un punto de vista espiritual, podríamos decir que la seguridad de la salvación ocupa un lugar primordial en el crecimiento de todo cristiano. Con el fin de dar seguridad a sus amados, las Escrituras describen el inmenso amor de Cristo al dar su vida por el pecador. El amor incomparable de Cristo, revelado en su vida y en su muerte, es lo que asegura la salvación a todo aquel que cree. Jesús, el buen Pastor, que da su vida por las ovejas dijo: “Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:28).

No obstante, “Nunca debemos descansar satisfechos de nuestra condición y cesar de progresar diciendo: ‘Estoy salvado’. Cuando se fomenta esta idea, cesan de existir los motivos para velar, orar y realizar fervientes esfuerzos con el fin de avanzar hacia logros más elevados. Ninguna lengua santificada pronunciará esas palabras hasta que venga Cristo y entremos por las puertas de la ciudad de Dios. Entonces, con plena razón, podremos dar gloria a Dios y al Cordero por la liberación eterna. Mientras el hombre esté lleno de debilidades -pues por sí mismo no puede salvar su alma-, nunca debería atreverse a decir: ‘Soy salvo’ ” (Mensajes selectos, 1.1, p. 380). Nuestra única seguridad está en desconfiar constantemente de nosotros mismos y confiar en Cristo.

Porque un crecimiento saludable solo es posible en la medida que existe seguridad, te animamos a buscar la seguridad de la salvación en la persona de Cristo.

En este día, recuerda que “no es lo que hacemos, sino con quién estamos, lo que hace la diferencia”.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2020



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