Prepárate para encontrarte con tu Dios, 3 de septiembre
Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios,
oh Israel. Amós 4:12.
Muchos ignoran lo que deben ser a fin de vivir a la vista del Señor durante el tiempo de angustia, cuando no haya sumo sacerdote
en el santuario. Los que reciban el sello del Dios vivo y sean protegidos en el tiempo de angustia, deben reflejar plenamente la
imagen de Jesús.—Primeros Escritos, 71.
Sus vestiduras deberán estar sin mácula; sus caracteres, purificados de todo pecado por la sangre de la aspersión. Por la gracia de
Dios y sus propios y diligentes esfuerzos deberán ser vencedores en la lucha contra el mal. Mientras se prosigue el juicio investigador
en el cielo, mientras que los pecados de los creyentes arrepentidos son quitados del santuario, debe llevarse a cabo una obra especial
de purificación, de liberación del pecado, entre el pueblo de Dios en la Tierra.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 478.
Vi que muchos descuidaban la preparación necesaria, esperando que el tiempo del “refrigerio” y la “lluvia tardía” los preparasen
para sostenerse en el día del Señor y vivir en su presencia. ¡Oh! ¡Y a cuántos vi sin amparo en el tiempo de angustia! Habían
descuidado la preparación necesaria, y por lo tanto no podían recibir el refrigerio indispensable para sobrevivir a la vista de un Dios
santo.
Quienes se nieguen a ser tallados por los profetas y a purificar sus almas obedeciendo a toda la verdad, quienes presuman estar
en condición mucho mejor de lo que están en realidad, llegarán al tiempo en que caigan las plagas y verán que les hubiera sido
necesario que los tallasen y encuadrasen para la edificación…
Vi que nadie podrá participar [263] del “refrigerio” a menos que haya vencido todas las tentaciones y triunfado del orgullo, el egoísmo,
el amor al mundo y toda palabra y obra malas. Por lo tanto, debemos acercarnos más y más al Señor y buscar anhelosamente la
preparación necesaria que nos habilite para permanecer firmes en la batalla, en el día del Señor. Recuerden todos que Dios es santo,
y que únicamente seres santos podrán morar alguna vez en su presencia.—Primeros Escritos, 70, 71.
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