28 de septiembre 2020 | Devoción Matutina para Adultos 2020 | Escudo protector

 

BUENA MEDICINA ES EL CORAZÓN ALEGRE

Lecturas devocionales para Adultos 2020

 

«Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno” (Efesios 6:16).

Había aprendido a surfear cuando apenas tenía cuatro años; y a los ocho, participó en su primera competición deportiva donde obtuvo el primer lugar, tanto en tabla larga como en corta. Dos años después, obtuvo el primer lugar en otras tres categorías, compitiendo con mujeres y varones de mayor edad que ella. Su amor por el surf superaba la comodidad de las sábanas, pues solía entrenar desde las primeras horas de la mañana. Y fue precisamente antes de las ocho de la mañana cuando Bethany fue atacada por un tiburón tigre, que le arrancó su brazo izquierdo, haciéndole perder más de la mitad de su sangre. A pesar de la gravedad del accidente, Bethany Hamilton no se abatió ni se deprimió. Era como si la adversidad chocara contra un muro sin perturbar a esta niña de tan solo trece años de edad. Pocas semanas después, sin temor de lo ocurrido, se encontraba nuevamente en el agua aprendiendo a nadar y surfear con el único brazo que le quedaba. Desde entonces, ha vuelto a competir obteniendo grandes premios en torneos de Estados Unidos, Brasil y Australia.

¿Cuál es el escudo que Bethany empleó para resistir con tanta determinación los embates de la vida? En su libro autobiográfico publicado en 2004, Soul Surfer: A True Story of Faith, Family, and Fighting to Get Back on the Board [Alma de surfista: una verdadera historia de fe, familia y lucha para regresar a la tabla], refiere que fue la fe en Cristo Jesús la que la ayudó a soportar y superar las adversidades. La misma protección recomienda el apóstol Pablo, en su carta a los efesios, cuando dice: “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno”. Pero, ¿de qué manera puede ayudar la fe en esta lucha? Bethany encontró fuerzas, principalmente, al leer el siguiente pasaje: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jer. 29:11). No solo lo leyó, sino que se apoderó de él, y cuando reconoció que Dios tenía buenos planes para su futuro, se llenó de esperanza y vigor.

¿Comprendes cómo funciona este escudo? Cada pasaje de la Escritura debe transformarse en un mensaje personal. Puedes apropiarte de cada pasaje de la Escritura. Su Palabra ha sido escrita como una carta personal para ti.

¿Hay algo que te causa inquietud o infelicidad? Colócate el escudo protector. Puedes apropiarte de cada promesa bíblica para resistir lo que venga.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2020



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