27 de octubre 2025 | Devoción Matutina para Damas 2025 | Deja de dar vueltas

«Después nos fuimos al desierto por el camino del Mar Rojo tal como el Señor me lo había ordenado, y pasamos mucho tiempo caminando alrededor de las montañas de Seír» (Deuteronomio 2: 1).

Se dice que la distancia aproximada entre Egipto y Canaán es de 400 kilómetros en línea recta. Esto significa que el trayecto para llegar al destino pudo haber sido completado en un mes a pie. No obstante, el comportamiento reincidente al pecado del pueblo de Israel hizo que el camino hasta poder entrar a la tierra prometida se convirtiera en cuarenta años dando vueltas en el desierto. Lo peor es que ni siquiera pudo ser una realidad, pues murieron en el camino; solo unos pocos de ellos entraron.
Dar vueltas significa querer hacer las cosas a nuestra manera y esperar un resultado favorable. Dar vueltas es posponer nuestra llegada a las bendiciones que Dios tiene preparadas para nosotros. Muchos dan vueltas alrededor de las deudas y son infieles en la parte que a Dios corresponde. Alegan que su economía es tan miserable que no alcanza para lo esencial. Si dejaran de dar vueltas en sus propios caminos y dieran a Dios el primer lugar y la parte que le corresponde, verían cómo las ventanas de los cielos se les abrirían en bendiciones (ver Malaquías 3: 10).
Muchos padres dan vueltas en torno al mal comportamiento de sus hijos.
Pagan escuelas que les parecen las mejores en nivel educativo, les proveen de lo que «necesitan», y aun así tienen hijos rebeldes y malagradecidos. Si pusieran a Dios en primer lugar e hicieran su sacrificio matutino y vespertino del culto familiar; si se dieran ellos mismos en tiempo, amor y comprensión en lugar de cosas materiales; con seguridad ablandarían el carácter de sus hijos.
El Señor está dispuesto a darnos la tierra prometida en cuanto hayamos aprendido la lección de no hacer las cosas a nuestra manera. Tenemos que aprender a no cometer los mismos errores del pasado y dejar que el Señor nos guíe. Sus indicaciones son claras y precisas. Si ya intentaste cruzar tu desierto a tu manera y estás a punto de renunciar, la buena noticia es que cualquiera que sea el problema, tú puedes parar hoy mismo de dar vueltas en tu desierto. Detente y pide la dirección del Señor. Él te indicará el camino más corto hacia tu felicidad, hacia la bendición, hacia tu tierra prometida.

Posdata: Feliz por dejar de dar vueltas.

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DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2025



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