26 de enero 2021 | Devoción Matutina para Damas 2021 | ¿Cómo pretendes volar si no tienes alas?

«Los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas; podrán correr sin cansarse y caminar sin fatigarse». (Isaías 40: 31)

LAS ALAS DE LAS AVES están constituidas de una manera maravillosa; poseen un sistema esquelético y muscular tan ligero que hace posible el vuelo. Sin embargo, hay algunas aves que, aun teniendo alas, no pueden volar, porque estas son reducidas en tamaño o muy pesadas.

A veces, nos referimos a personas diciendo que han volado muy alto, cuando han alcanzado sus ideales, sueños y proyectos. Tal vez lo decimos haciendo alusión al vuelo de las aves, que pueden volar largas distancias y a gran altura. Esta atinada figura de pensamiento bien puede ser aplicada a nosotras. No tenemos alas, pero podemos volar cuando lo imposible lo hacemos posible, cuando dejamos las quimeras para trabajar en y con nuestra vida para alcanzar los propósitos de Dios para sus hijas.

Los expertos en estudios de la naturaleza humana aseguran que una persona alcanza las alturas cuando llega a la autorrealización personal, la cual se define como un estado de plenitud y bienestar que no se consigue por lo que nos ofrece el entorno, más bien, es un proceso interno de auto valoración.

Cuando despertamos a la realidad de lo que somos y recibimos el poder y los frutos del Espíritu Santo, podemos volar muy alto, aun sin tener alas. Las alturas se alcanzan cuando dejamos de cargar nuestros complejos, culpas, desilusiones y desencantos, y nos atrevemos a salir del rincón oscuro y paralizante de la conmiseración personal y de los errores del pasado.

Amiga, despierta a la realidad de lo que eres; sencillamente eres parte de la expresión del amor de Dios. Recuerda que los obstáculos son una fuente de aprendizaje, y que a través de ellos puedes lograr fortaleza, valor y esperanza, en ti, en Dios y en los demás.

Desarrolla una mirada «bifocal»: mira al cielo para que seas consciente de la presencia de Dios en tu vida, y baja los ojos a tu realidad presente para que descubras las posibilidades y los recursos que tienes disponibles. «Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona» (Heb. 12: 2).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2021



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