26 de agosto | Mi vida Hoy | Elena G. de White | Ayudo a los oprimidos
Aprended a hacer bien; buscad juicio, restituid al agraviado, oíd en derecho al huérfano, amparad a la viuda. (Isa.1:17)
Jesús el precioso Salvador, el hombre modelo, era firme como una roca cuando la verdad o el deber estaban en juego. Y su vida es un perfecto ejemplo de la verdadera cortesía. La bondad y amabilidad embellecieron su carácter. Siempre tenía a mano una mirada bondadosa o una palabra de consuelo para los necesitados y oprimidos…
Cuando os encontréis con los agobiados y oprimidos, que no saben a quién recurrir en procura de alivio, empeñad vuestro corazón en la obra de ayudarlos. Dios no tiene el propósito de que sus hijos se ensimismen, y no se interesen en el bienestar de los que tienen peor suerte. Recordad que Cristo murió por ellos tanto como por vosotros. Un espíritu conciliatorio y amable os abrirá el camino de la oportunidad para que podáis ayudarlos, para que ganéis su confianza y les infundáis esperanza y valor. (Carta 30, 1887)
No permitan los hombres que sus negocios los priven de su espíritu humanitario…Las palabras bondadosas, las miradas apacibles y el espíritu condescendiente, son todos de gran valor. El trato entre las personas verdaderamente corteses tiene notable encanto… ¡Qué influencia restauradora y elevadora tendrá un trato tal dispensado a los pobres y deprimidos que se encuentran postrados por la enfermedad y la pobreza! ¿Los privaremos del bálsamo que eso significa? (Carta 30, 1887)
Cada acto de justicia misericordia y benevolencia produce música en el cielo. El Padre desde su trono contempla a los que hacen tales actos de misericordia, y los considera entre sus tesoros más valiosos. «Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día que yo tengo de hacer». Cada acto misericordioso hecho en favor de los necesitados y afligidos, es como si se hubiera hecho a Jesús. Cuando socorréis a los pobres, comprendéis a los afligidos y oprimidos y amparáis al huérfano, os ponéis en relación más íntima con Jesús. (2T:25) (250)}
DEVOCIONAL MI VIDA HOY
Reflexiones para cada día
Elena G. de White
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