25 de septiembre 2020 | Devoción Matutina para Damas 2020 | No te aburrirás
UN DÍA A LA VEZ
Lecturas Devocionales para Mujeres 2020
«Llénense de gozo y alegría para siempre por lo que voy a crear, porque voy a crear una Jerusalén feliz y un pueblo contento que viva en ella» (Isa. 65:18).
Cuando mi hijo Hany tenía cinco años, estudiaba conmigo en la casa.
Mientras yo preparaba el almuerzo o hacía mi rutina de ejercicios diarios, él no sabía qué hacer con su tiempo. Se aburría si no estaba haciendo algo y yo no le estaba prestando atención, así que me preguntaba una y otra vez:
—Mamá, ¿qué hago ahora?
En cada ocasión yo le indicaba alguna actividad que podía hacer, pero él terminaba a toda prisa cada tarea que yo le asignaba y, de nuevo, se aburría. Aquella era una rutina que se repetía todos los días, hasta que llegó el momento de empezar la escuela.
Cuando Hany entró a la escuela se sintió muy feliz porque estaba ocupado muchas horas. Un día parece que él estaba reflexionando en estas cosas, porque me preguntó:
—Mami, ¿qué haré en el cielo con tanto tiempo libre?
Yo le contesté:
-Dice Isaías 65:18 que Dios ha creado tantas cosas para que disfrutemos en el cielo, que no te vas a aburrir ni un minuto. Más bien al contrario, vas a estar siempre contento y feliz.
Es interesante cómo cada persona tiene sus propias proyecciones de lo que será la Tierra Nueva, mayormente basadas en lo que experimentan como negativo en esta tierra. Para un niño varón puede ser el aburrimiento; para una mujer adulta puede ser la tristeza, el dolor, la pérdida de un ser querido… Y vez tras vez me sorprendo al darme cuenta de cómo Dios lo ha tenido todo en consideración: nuestra felicidad en la Nueva Jerusalén será total.
En primer lugar, vamos a estrenar casa nueva; y no solo eso, sino que nuestra casa nueva estará bajo un cielo nuevo y sobre una tierra nueva (ver Apoc. 21:1), en la que «el lobo y el cordero comerán juntos, [y] no habrá quien haga ningún daño» (Isa. 65:25). En segundo lugar, y esto es realmente lo más atractivo, viviremos en un entorno de justicia, en el cual «todo será justo y bueno» (2 Ped. 3:13). En tercer lugar, Dios mismo se alegrará y se gozará con su pueblo (ver Isa. 65:19). «No habrá allí nada puesto bajo maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad, y sus siervos lo adorarán» (Apoc. 22:3). Nuestro gozo será perpetuo.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020
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