25 de julio 2021 | Devoción Matutina para Adultos 2021 | Nos hundimos juntos

“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella” (Efesios 5:25).

PABLO UTILIZA el matrimonio para ilustrar el vínculo entre Cristo y la iglesia; y utiliza esta relación entre Cristo y la iglesia para ilustrar y fortalecer el vínculo matrimonial. Veamos algunas características de este amor.
Amor sacrificial: Desafía a los maridos a amar a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia. Su amor no fue solo declarativo, poético o enunciativo. Fue un amor que incluyó el sacrificio de la muerte.
Amor santificador: Somos santificados por la Palabra, por la verdad y por el Señor. Puestos aparte para un uso sagrado.
Amor protector: Es aquel que sustenta y que cuida.
Amor fiel: Hay un contrato de amor y fidelidad. Solo Cristo garantiza su fiel cumplimiento.
Ella nació como Ida Blun en Worms (Alemania). Era la quinta de siete hermanos. En 1871 contrajo matrimonio con Isidor Strauss. Tuvieron siete hijos.
Ambos se encontraban en Europa por aquel entonces. En un principio debían embarcar en otro navío, pero a causa de una huelga en el sector del carbón en Inglaterra, tuvieron que subir a bordo del Titanic.
En la noche del hundimiento del famoso trasatlántico, la pareja se encontraba cerca del bote 8 en compañía de su criada Ellen Bird. Aunque el oficial a cargo de la embarcación trató de convencerle de que subiera junto a ellas, Isidor rechazó embarcar mientras había mujeres y niños en la cubierta. No obstante, instó a su esposa a que subiera, pero ella decidió quedarse con él.
Claramente, no había lugar para que los dos se salvaran. Con un solo lugar, y ante el inminente hundimiento, con impaciencia cada uno trató de convencer al otro.
El amor hizo que cada uno priorizara al otro;
y el amor hizo que ninguno quisiera salvarse a expensas del otro.
Nadie pudo convencerlos. De acuerdo con los testigos, sus últimas palabras fueron: “Hemos vivido juntos cincuenta años, si no podemos seguir viviendo juntos vamos a morir juntos”. Y así abrazados se hundieron para siempre.
El cuerpo de Isidor fue recuperado. El de Ida, no. En el cementerio de Woodlawn, en el Bronx de Nueva York, en el epitafio que figura en una lápida del mausoleo de los Strauss, puede leerse el versículo 7 del capítulo 8 del Cantar de los Cantares de Salomón :
“No podrán los océanos
apagar el amor,
ni los ríos anegarlo”
(LPH).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2021



(1882)

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