24 de septiembre | Exaltad a Jesús | Elena G. de White | El poder santificador de la verdad

Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. Juan 17:19.

El esfuerzo perseverante logrará el favor del hombre más que cualquier otra cosa. Los que no se sientan contentos sin crecer cada día, verdaderamente lograrán el éxito en la vida…
Por lo tanto, no debemos enfocar continuamente nuestra atención sobre… un punto, concentrando sobre él todas las energías de la mente, llamando constantemente a él la atención de los demás; en cambio, vayamos a otro tema y examinémoslo cuidadosamente. De este modo, misterio tras misterio se revelará ante nuestra comprensión. Al hacer esto, se ganarán dos valiosas victorias. No sólo habremos obtenido conocimiento útil, sino que además, el ejercicio de la mente habrá aumentado nuestro poder y fortaleza mental. La misma clave usada para revelar un misterio, puede también desarrollar otras preciosas gemas de conocimiento hasta ahora desconocidas…
El mundo hierve de errores y fábulas. Continuamente surgen novedades en forma de dramas sensacionales, que absorben la mente, y abundan teorías absurdas que son destructivas para el avance moral y espiritual. La causa de Dios necesita hombres de intelecto, individuos capaces de pensar, bien versados en las Escrituras, para que afronten la gran marea de oposición. No debemos tolerar la arrogancia, la estrechez mental o la inconsecuencia, aunque sobre ellas se haya arrojado el manto de una profesión de piedad. Los que posean en sus corazones el poder santificador de la verdad, ejercerán una influencia persuasiva. Por cuanto saben que los proponentes del error no pueden crear ni destruir la verdad, ellos pueden actuar con calma y consideración…
Los engaños satánicos de nuestros días deben ser enfrentados con claridad e inteligencia, recurriendo a la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. La misma mano invisible que guía a los planetas en sus órbitas, y mantiene los mundos por su poder, ha hecho provisión para que el hombre formado a su imagen sea un poco menor que los ángeles de Dios mientras se ocupa en los cumplimientos de sus deberes en el mundo. Individuos a quienes se les confiaron las verdades más solemnes jamás dadas a los hombres, no han cumplido los propósitos de Dios. El Creador se propone que nos elevemos cada vez más hacia un estado de perfección, viendo y comprendiendo a cada paso el poder y la gloria de Dios. El hombre no se conoce a sí mismo. Nuestras responsabilidades son en proporción exacta a nuestra luz, nuestras oportunidades y nuestros privilegios…
El precioso libro de Dios contiene reglas de vida para los individuos de todas clases y vocaciones. En él se hallan ejemplos que todos debieran estudiar e imitar. “El Hijo de Dios no vino para ser servido, sino para servir”. El verdadero honor y gloria del siervo de Cristo, no consiste en el número de sermones predicados ni la cantidad de páginas escritas, sino en la obra de ministrar fielmente a las necesidades de la gente.—Testimonies for the Church 4:414-416.

DEVOCIONAL EXALTAD A JESÚS
Elena G. de White

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