24 de noviembre 2021 | Devoción Matutina para Adultos 2021 | El sol naciente de la mañana

“Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado” (Hebreos 4:1)

EN EL CAPÍTULO 4 de Hebreos Dios promete descanso para su pueblo. Dios había dicho que su pueblo entraría en la tierra prometida, pero Israel no entró a causa de su incredulidad. Dios reitera su promesa de ofrecer descanso disponible para todas las personas que desean hacer la voluntad del Señor. Así, los que creen y confían en Dios entrarán en su descanso. Además, Cristo es presentado como sacerdote, nuestro gran y único Sumo Sacerdote, que fue tentado en todo, pero que no pecó, y que intercede y actúa en nuestro favor.
El 23 de junio de 2018 el mundo fue sorprendido por la noticia de un grupo de 13 jóvenes atrapados en la cueva Tham Luang al norte de Tailandia. Eran de un equipo de fútbol llamado Jabalíes Salvajes. Tenían entre 11 y 16 años y su entrenador, 25. Las anticipadas y copiosas lluvias inundaron parcialmente la cueva donde los chicos habían entrado para hacer un paseo.
El 2 de julio de 2018, nueve días después de haberse extraviado, los buzos descubrieron a los trece desaparecidos. Estaban vivos y refugiados en una elevada roca a unos cuatro kilómetros de la entrada de la cueva. Los rescatistas se abrieron paso durante horas a través de aguas oscuras y frías, siguiendo el camino con cuerdas como guía. A veces las secciones eran tan angostas que solo podía caber un cuerpo.
Fue una hazaña asombrosa: después de dos agonizantes semanas, los niños fueron rescatados sanos y salvos. Ellos, sus familias y el mundo reposaron de la angustia. ¡Cuánta alegría! ¡Fue una gran victoria!
Sin embargo, a los niños les contaron que uno de los buzos llamado Saman —que significa “el sol naciente de la mañana”— perdió su vida intentando rescatarlos mientras colocaba tanques de oxígeno a lo largo del camino inundado. Ellos lloraron, oraron e hicieron un voto en honor a Saman:

“Seremos buenas personas para honrar al que murió por nosotros”.
Así como aquellos niños,
nosotros también estamos
en la cueva del pecado,
con destino de muerte.
Pero gracias a Jesús, el Sol de Justicia,
que dio su vida por nosotros, pronto entraremos
en el reposo parcial ahora,
y completo en su venida.
Honrando al que nos rescató debemos ahora
vivir rescatando a otros.
Aún quedan muchos por salvar que están desamparados
por el pecado y necesitados del reposo del Señor.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2021



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