22 de septiembre | Ser Semejante a Jesús | Elena G. de White | Ganar almas por medio de la obra de la Escuela Sabática

Respondió Jesús y le dijo: De cierto de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Juan 3:3.

El maestro de Escuela Sabática debe ser un colaborador con Dios, cooperando con Cristo. No deben contentarse con una religión sólo exterior y sin vida. El objetivo de la obra de la Escuela Sabática debe ser el de cosechar almas. Puede ser que el orden de trabajar sea sin tacha, que las facilidades sean todo lo que se pudiera desear; pero si los niños y jóvenes no son traídos a Cristo, la escuela es un fracaso; porque a menos que las almas sean traídas a Cristo, llegan a ser más y más inimpresionables, bajo la influencia de una religión exterior.
El maestro debería cooperar, mientras Jesús llama a la puerta del corazón de quienes necesitan ayuda. Si los alumnos corresponden a las suplicas del Espíritu, y abren la puerta del corazón para que entre Jesús, él abrirá el entendimiento de ellos con el fin de que comprendan las cosas de Dios. La obra del maestro es una obra sencilla, pero si es hecha en el espíritu de Jesús, le serán añadidas profundidad y eficiencia por causa de la operación del Espíritu de Dios.
Debería hacerse mucha obra directa y personal en la Escuela Sabática. La necesidad de esta clase de obra no es reconocida ni apreciada como debe ser. Con corazón lleno de gratitud por el amor de Dios que ha sido comunicado al alma, el maestro debería trabajar con ternura y fervor por la conversión de sus discípulos.
¿Qué evidencia podemos dar al mundo de que la obra de la Escuela Sabática no es una mera pretensión? Por sus frutos será juzgada. Será estimada por el carácter y la obra de los discípulos. En nuestras escuelas sabáticas debería confiárseles responsabilidades a la juventud cristiana, para que puedan desarrollar sus aptitudes y adquirir poder espiritual.
Que la juventud se entregue primero a Dios, y entonces, en su temprana experiencia, enséñeseles a ayudar a otros. Esta obra pondrá en ejercicio sus facultades y les hará capaces de aprender cómo hacer planes y cómo ponerlos por obra para bien de sus compañeros. Busquen la compañía de quienes necesitan ayuda, no para ocuparse en conversación indiscreta, sino para representar el carácter cristiano y ser colaboradores con Dios, ganando a quienes no se han entregado a sí mismos a Dios.—Testimonios sobre la obra de la Escuela Sabática, 52, 53.

DEVOCIONAL ADVENTISTA
SER SEMEJANTE A JESÚS
Elena G. de White

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