22 de mayo 2022 | Devoción Matutina para Menores 2022 | Copito de nieve
«Cumple los mandatos del Señor tu Dios; sigue sus sendas y obedece sus decretos, mandamientos, leyes y preceptos, los cuales están escritos en la ley de Moisés. Así prosperarás en todo lo que hagas y por dondequiera que vayas». 1 Reyes 2: 3, NVI
¡Conseguir un perrito es muy emocionante! Y más cuando llevas mucho tiempo esperando uno. ¿Tienes alguno en casa? Si no lo tienes, probablemente estás deseando tener uno ¿verdad?
Nuestra hija estaba lista para elegir su perrito, ya tenía edad suficiente para cuidarlo, y la acompañamos en su emocionante búsqueda. El perrito que conquistó su corazón era una especie de bolita de algodón con patas que cabía en media caja de zapatos. Su raza era poodle enano. Tenía tres semanas, y por su rizado y blanco pelaje ¿qué nombre crees que le puso? Sí, «Copito de nieve».
Nuestro perrito aprendió muchas cosas con bastante destreza y era muy sociable, pero a menudo presentaba cierto problema de conducta: no obedecía. Si encontraba un lugar por donde escapar, salía corriendo y no obedecía ninguna instrucción. Esa fue una constante preocupación, ya que sabíamos que al no obedecer su vida corría peligro. Usamos todos los métodos recomendados para enseñarle a obedecer, pero ninguno resultó.
En cada escapada temíamos lo peor, hasta que un día nuestros temores se confirmaron. Buscamos por todos lados, caminamos por todas las calles, una y otra vez, pero no lo encontramos. Mi pequeña Nicky estaba muy triste. Hicimos una oración y volvimos a salir con la esperanza de encontrarlo. Tomamos la ruta contraria y al llegar al final de la calle ¡qué horror! Nuestro Copito de nieve se había convertido en un terrón de tierra, ensangrentado y muy sucio. Había sido atacado por una jauría de perros grandes y violentos; y aunque Dios lo salvó, la desobediencia casi le quita la vida.
No es suficiente con tener habilidades, ser inteligente, sociable o cariñoso, hay que ser obediente. La obediencia es la suma de acciones que marcan tu vida para bien o para mal.
Obedece las instrucciones de Dios, las órdenes de tus padres, las reglas de tu casa y tu escuela, y las leyes de tu comunidad. «Así prosperarás en todo lo que hagas y por dondequiera que vayas» (1 Reyes 2: 3). ¿Te cuesta obedecer las instrucciones? Créeme, no están para fastidiarte, están para librarte de los peligros más terribles.
Magaly
DEVOCIÓN MATUTINA PARA MENORES 2022
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