22 de diciembre 2020 | Devoción Matutina para Jóvenes | Merritt C. Warren

Pues las Escrituras dicen: “Él ordenará a sus ángeles que te protejan y te guarden». Lucas 4:10.

Hace aproximadamente 160 años, era sumamente peligroso viajar por las montañas de la Provincia Szechwan, China, después del oscurecer. Temibles bandas de asaltantes se ocultaban en las sombras a la espera de viajeros solitarios. El pastor Warren les había pedido a sus cargadores que se adelantaran, y ahora él caminaba por las montañas solo y sin luz. Tras cruzar un puente, inició el ascenso de la segunda montaña, cuando advirtió que había una casa bastante grande a unos 50 metros del puente, a la derecha del sendero. Se difundían cálidos rayos de luz por la ventana. Cuando el pastor Warren se acercó a ella, las puertas dobles se abrieron y salieron dos hombres altos al pórtico.

-¿Me podrían dar lumbre? -preguntó el misionero-. Se me ha apagado la lámpara.

– Por supuesto -respondió uno de los hombres, y entró en la casa. Regresó rápidamente con un trozo de bambú encendido en un extremo.

El pastor Warren encendió la vela que traía dentro de la lámpara de papel.

-¿A dónde se dirige?- preguntó el hombre.

-A Chintaipu.

-¡Qué casualidad! Yo también voy en la misma dirección. ¿Le importa que viaje con usted?

-Encantado de tener un compañero de viaje -respondió el pastor. Aunque no estaba del todo seguro de que estuviera realmente encantado. Este podría ser uno de los asaltantes. Decidió mantener los ojos bien abiertos.

Como si adivinara sus pensamientos, el hombre le dijo:

-Hay muchos asaltantes en este camino. Trabajan en este sector todas las noches. Estoy contento de tener la oportunidad de contar con su compañía.

Después de un tiempo, llegaron a una bifurcación en el camino.

-Aquí es donde nos separamos -le dijo su compañero.

-¿No irá a Chintaipu?

-No. Debo tomar este otro camino. Falta poco para llegar a la ciudad. Aquí estará seguro. Gracias por permitirme acompañarlo.

La siguiente vez que el pastor Warren viajó por ese camino, lo hizo de día. Reconoció el puente que había cruzado. Sin embargo, no había ninguna casa del lado de la montaña, ni tampoco un lugar plano donde una casa pudiera asentarse. Entonces concluyó que un ángel lo había acompañado aquella noche.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2020



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