21 de diciembre | Maranata: El Señor viene | Elena G. de White | La escuela del más allá

He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos. Apocalipsis 21:3.

Entre la escuela establecida al principio en el Edén y la escuela futura, se extiende todo el período de la historia de este mundo, historia de la transgresión y del sufrimiento humano, del sacrificio divino, y de la victoria sobre la muerte y el pecado. En la escuela de la vida futura no se hallarán todas las condiciones de la primera escuela del Edén. Ningún árbol del conocimiento del bien y del mal ofrecerá oportunidad a la tentación.
No hay allí tentador ni posibilidad de injusticia. Todos los caracteres han resistido la prueba del mal, y han dejado de ser susceptibles a su poder… Restaurado a la presencia de Dios, el hombre volverá a ser enseñado por él, como en el principio.—La Educación, 291, 292.
La educación empezada aquí no se completará en esta vida, sino que ha de continuar por toda la eternidad, progresando siempre, nunca completa.—El Ministerio de Curación, 371.
Todo principio correcto, toda verdad aprendida en una escuela terrenal, nos hará progresar en esa proporción en la escuela celestial. Como Cristo anduvo y conversó con sus discípulos durante su ministerio en esta tierra, así nos enseñará en la escuela celestial, guiándonos por las márgenes del río de aguas vivas y revelándonos verdades que en esta vida permanecerán ocultas como misterios debido a las limitaciones de la mente humana, tan perjudicada por el pecado.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 161.
Será manifestada la historia del comienzo del pecado; de la fatal mentira y su perversa obra; de la verdad que, sin desviarse de lo recto, ha hecho frente al error y lo ha vencido. Será descorrido el velo que se interpone entre el mundo visible y el invisible y se revelarán cosas maravillosas.—La Educación, 294.
Toda facultad será desarrollada, toda capacidad aumentada. La adquisición de conocimientos no cansará la inteligencia ni agotará las energías. Las mayores empresas podrán llevarse a cabo, satisfacerse las aspiraciones más sublimes, realizarse las más encumbradas ambiciones; y sin embargo surgirán nuevas alturas que superar, nuevas maravillas que admirar, nuevas verdades que comprender, nuevos objetos que agucen las facultades del espíritu, del alma y del cuerpo.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 736.

DEVOCIONAL MARANATA: EL SEÑOR VIENE
Elena G. de White

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