20 de septiembre 2021 | Devoción Matutina para Adultos 2021 | Es tiempo de salir del planeta

“Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:17).

HACE POCOS AÑOS la prensa publicó algunas declaraciones del físico Stephen Hawking que revelaban su visión sobre el futuro del mundo. Desde luego, sus conceptos no son bíblicos: es uno de los mayores defensores de la teoría del Big bang para el origen del universo. Sin embargo, afirmó: “Yo veo grandes peligros para la raza humana. La solución es abandonar el planeta. Si los seres humanos no abandonan la tierra en los próximos cien años serán una especie extinta”.
Sin embargo, esa no es una solución fácil. Según él, el mayor problema serán las distancias. La estrella más cercana a la Tierra, después del Sol, está a más de cuatro años luz. A las naves espaciales actuales les llevaría ¡cincuenta mil años! para llegar hasta allá.
Sus palabras son provocativas y desafiantes, pero muestran que incluso, alguien tan bien informado, aunque no acepte la Biblia, comprende y anuncia que pronto no habrá vida en la tierra.
¿Cuál debería ser nuestra actitud, siendo que conocemos la revelación clara y profunda? ¿No deberíamos buscar todos los medios de anunciar lo que sucederá con la tierra y sus habitantes y que ya ha sido profetizado por la Biblia? ¿Será que las piedras hablarán primero para que después nos sintamos con suficiente coraje?
Tenemos una razón más para proclamarlo a los cuatro vientos: Nosotros conocemos la verdadera solución. Mientras Hawking, considerado uno de los más grandes físicos de la historia, solo logra encontrar el problema, ¡nosotros tenemos la solución! Eso nos hace más responsables de anunciar este mensaje.
No necesitamos huir del planeta construyendo naves para llegar al espacio o las estrellas donde habitar. No necesitamos temer una invasión de extraterrestres ni soluciones complejas para las amenazas del futuro. Necesitamos conocer y creer en las orientaciones de la Palabra de Dios.

“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza,
sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Ped. 3:9).
Necesitamos poner nuestra esperanza en el regreso del Señor. Entonces viviremos
en el cielo por mil años. Entonces sí dejaremos el planeta. No por manos humanas,
sino conducidos por el Señor, para una recreación de nuestra tierra.
La revelación es clara. Solo necesitamos levantarnos y anunciarla.
“Vivimos en los últimos tiempos, el fin de todas las cosas se acerca.
Las señales predichas por Cristo se están cumpliendo rápidamente”
(Consejos sobre salud, p. 389).
Hagamos nuestra parte. Es tiempo de salir de esta tierra, y para
volver a vivir a una tierra nueva, la prometida Canaán celestial cuya capital,
Jerusalén, descenderá del cielo (Isa. 65:17; 66:22; 2 Ped. 3:13; Apoc. 21:1, 2, 10).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2021



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