2 de Octubre | La fe por la cual vivo | Elena G. de White | Una ciudad de refugio
Porque Jehová ha elegido a Sión. Deseóla por habitación para sí. Este es mi reposo para siempre: aquí habitaré, porque la he deseado. Salmos 132:13,14.
“A través de los siglos de persecución, lucha y tinieblas, Dios ha sostenido a su iglesia. Ni una nube ha caído sobre ella sin que él hubiese hecho provisión; ni una fuerza opositora se ha levantado para contrarrestar su obra, sin que él lo hubiese previsto. Todo ha sucedido como él lo predijo. Todos sus propósitos se cumplirán. Su ley está ligada a su trono, y ningún poder del maligno puede destruirla. La verdad está inspirada y guardada por Dios; y triunfará contra toda oposición.”—Los Hechos de los Apóstoles, 10, 11.
“Durante los siglos de tinieblas espirituales, la iglesia de Dios ha sido como una ciudad asentada en un monte. De siglo en siglo, a través de las generaciones sucesivas, las doctrinas puras del cielo se han desarrollado dentro de ella. Por débil e imperfecta que aparezca, la iglesia es el objeto al cual Dios dedica en un sentido especial su suprema consideración. Es el escenario de su gracia, en el cual se deleita en revelar su poder para transformar los corazones.”—Ibid.
“La iglesia es la fortaleza de Dios, su ciudad de refugio, que él sostiene en un mundo en rebelión. Desde el principio, las almas fieles han constituido la iglesia en la tierra. En todo tiempo el Señor ha tenido sus atalayas, que han dado un testimonio fiel a la generación en la cual vivieron…. El ha enviado a sus ángeles para ministrar a su iglesia y las puertas del infierno no han podido prevalecer contra su pueblo.”—Ibid.
DEVOCIONAL LA FE POR LA CUAL VIVO
Elena G. de White
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