2 de octubre 2020 | Devoción Matutina para Damas 2020 | La dama de la lámpara

 

UN DÍA A LA VEZ

Lecturas Devocionales para Mujeres 2020

«Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse» (Mat. 5:14)

 

El 8 de febrero de 1855, el periódico The Times publicó un artículo en el que se encontraba el siguiente párrafo: «Sin exageración alguna, es un ángel guardián en estos hospitales, y mientras su grácil figura se desliza silenciosamente por los corredores, la cara del desdichado se suaviza con gratitud a La vista de ella. Cuando todos Los médicos se han retirado ya y el silencio y la oscuridad descienden sobre tantos postrados dolientes, puede observársela sola, con una pequeña Lámpara en su mano, efectuando sus solitarias rondas».

Ese ángel guardián de Los hospitales de La Guerra de Crimea; esa mujer que seguía apareciendo después de que todos Los médicos se hubieran retirado ya; esa joven de La Lámpara que Llevaba consuelo al desdichado en sus solitarias rondas era Florence, también conocida desde entonces como «la dama de la Lámpara». ¡Qué bonito recibir un apodo basado en el servicio que una presta al ser humano! ¿Cuál te pondrían a ti si se utilizara este mismo criterio?

Tras La experiencia de la guerra, Florence dedicó el resto de su vida a promover el desarrollo de La Enfermería como profesión y a organizaría de La forma en que la conocemos actualmente. Ocupó varios cargos de relevancia, aunque eso no es Lo relevante de su biografía. Lo destacado de su vida fue su espíritu de servicio, su sensibilidad hacia La persona herida y convaleciente, su deseo de Llevar una esperanza de recuperación, y su mente práctica, capaz de concebir el modo de mejorar una iniciativa que no funcionaba tan bien como podía hacerlo. Sin duda es todo un ejemplo a imitar.

¿Sabes? Dios también nos ha llamado a ti y a mí a hacer algo con nuestra vida que impacte para bien el entorno en el que nos movemos. Nos dice, en Juan 15:16: «No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y Los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure» (NVI). «Un fruto que perdure», que marque a La gente para vida eterna, invitándolos a cambiar su vida aquí y ahora en función de las verdades del evangelio. Es nuestro privilegio poder aportar algo a esta obra. Poder brillar de tal modo que Lo que hacemos, Lo que decimos, Lo que somos, sea una lámpara para quien vive en La oscuridad de la ignorancia de Dios.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020



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