2 de diciembre 2021 | Devoción Matutina para Adultos 2021 | Sin vuelta atrás
“Es imposible que los que una vez fueron iluminados, gustaron del don celestial, fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio” (Hebreos 6:4-6).
El sentido corporal a través del cual percibimos y distinguimos los sabores es el gusto. La gente siente gusto por la lectura, la música, ciertos trabajos o el deporte. Solemos usar como expresión sincera: “¡Qué gusto saludarte!”. Decimos, además, que el gusto puede ser cultivado. Pablo dice que es imposible que quienes fueron iluminados por la presencia de Dios y habiendo gustado de tres “alimentos esenciales” se sientan en condiciones de abandonarlos.
Gustaron del don celestial, el Espíritu Santo, cuyos dones hacen posible la conversión, la fidelidad y el testimonio misionero. La iglesia apostólica crecía por la acción del Espíritu Santo, que transformaba tanto la vida de los evangelizadores como de los evangelizados (ver Hech. 2).
Gustaron de la buena palabra de Dios. Habían escuchado la palabra apostólica, admitieron su bondad, que transforma y llena de esperanza. Fueron testigos de la “buena” y poderosa divina Palabra.
Gustaron de los poderes del siglo venidero. Para ellos la historia se dividía en dos. El siglo presente malo y el venidero, es decir el cumplimiento de la promesa mesiánica. El reino de la gracia aquí y el reino de la gloria en la eternidad. Los poderes del siglo venidero son los poderes de Aquel que “apareció […] para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3:8).
Quien gustó del don celestial de la buena Palabra de Dios, degusta los poderes del siglo venidero: hoy como vencedor del pecado y, en breve, con una vida para siempre.
Hebreos 6:6 habla de aquellos que recayeron. Esa expresión usada una sola vez, significa “caer al lado”, “apostatar” e “infidelidad”.
No puede ser que después de haber gustado y experimentado nos volvamos atrás.
Para los cristianos hebreos volver atrás significaba un retorno al judaísmo.
La cariñosa amonestación dice que es imposible salvarnos siguiendo nuestro camino considerando que no pasa por el Calvario y, por lo tanto, nos conduce a la muerte. El único camino al cielo pasa por la cruz.
No tomemos un camino paralelo, cercano, ni opuesto.
Si ya gustaste, continúa. Si nunca probaste, prueba, porque es lo único que mantiene y perpetuará tu vida.
No desestimes el eficiente y suficiente antídoto para el virus del pecado.
El enemigo está apurado para destruir, Jesús tiene prisa para salvar.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2021
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