19 de marzo | Devocional: Mi vida Hoy | Dominio propio en el comer
Y pon cuchillo a tu garganta, si tienes gran apetito. (Prov. 23:2)
La observancia de la temperancia y la regularidad en todas las, cosas tiene un poder maravilloso. Para producir la dulzura y la serenidad del carácter que tanto contribuyen, suavizar el camino de la vida, será de más valor que las circunstancias o las dotes naturales. Al mismo tiempo, el dominio propio así adquirido, resultará ser una de las condiciones más valiosas para hacer frente con éxito a los serios deberes y las realidades que esperan a todo ser humano. (Ed:202)
Hacernos hincapié en el hecho de que los principios de temperancia deben ser aplicados en todos los detalles de la vida hogareña…que la negación del yo y el dominio propio deben enseñarse a los niños, e imponérseles, en la medida de lo posible, desde la infancia. (PHJ, 04-1890)
A los niños se les deberá enseñar que no han de salirse con la suya, sino que la voluntad de los padres será su guía. Una de las lecciones más importantes, en relación con esto, es el dominio del apetito. Los niños deberán aprender a comer a horas determinadas, y a no tomar nada fuera de hora…
Los niños criados en esta forma son más fáciles de controlar que los que se han acostumbrado a comer todo lo que su apetito les exige, y eso, a cualquier hora. Generalmente son alegres y sanos. Aún los más obstinados, apasionados y mañosos se tornaron sumisos, pacientes y llegaron a poseer dominio propio, gracias a la costumbre de seguir esta disciplina en la alimentación, junto con una dirección firme y bondadosa con respecto a otros asuntos. (PHJ, 05-1890)
Medite todo joven que tiene ante sí posibilidades de un destino superior al de reyes coronados, en la lección trasmitida por las palabras del sabio: «¡Dichosa eres, oh tierra, cuando… tus príncipes comen a debido tiempo; para reponer sus fuerzas, y no para hacer festín!» (Ed:202) (85)
DEVOCIONAL MI VIDA HOY
Reflexiones para cada día
Elena G. de White
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