19 de diciembre 2025 | Devoción Matutina para Adultos 2025 | Pregoneros de esperanza

DICIEMBRE: ESPERANDO SU REGRESO

«Cuando estas cosas empiecen a suceder, levántense y alcen la cabeza, porque se acerca su redención» (Lucas 21: 28, NBLA).

Ahora que los cristianos parecen hablar menos del tema, profetas seculares de todos los tipos no dejan de anunciar el fin del mundo. Ecologistas, ingenieros, biólogos, políticos, economistas, científicos de todo tipo, naturalistas, protectores del medioambiente, etcétera, no cesan de advertirnos de los riesgos de las catástrofes que se avecinan si el mundo sigue mostrándose tan irresponsable como hasta ahora.
Su voz es casi unánime: estamos llegando al punto sin retorno. La sostenibilidad del planeta Tierra está en peligro: crecimiento demográfico, hambrunas crecientes, calentamiento de la atmósfera y cambio climático, peligro nuclear reactivado, terrorismo incontrolable, tensiones sociales y económicas entre un Norte cada vez más rico y un Sur injustamente empobrecido, guerras absurdas cruelmente mantenidas por los intereses creados de los más poderosos, choques étnicos imparables, enfrentamientos religiosos y «guerras santas», desarraigos y exilios de millones de desplazados …
La situación no deja de ser paradójica: nuestros contemporáneos, los mayores consumidores de información de la historia, están perfectamente avisados de que a este paso estamos abocados a un abismo sin salida. Todos conocemos los peligros que nos acechan, pero parece que somos incapaces de hacer frente a las amenazas y de poner en práctica … ¡las soluciones que todos conocemos!
Es impactante este contraste entre la enorme cantidad de información de que disponemos y la conciencia que tenemos de la situación en que nos encontramos, por una parte, y la incapacidad para poner en práctica las soluciones concretas que conocemos, por otra. Somos capaces de analizar con una frialdad científica impresionante la gravedad de la situación, pero incapaces de tomar las menores medidas prácticas y eficaces para hacerle frente.
Y nosotros los cristianos damos la impresión a veces de estar mejor preparados para predicar escenarios de catástrofe que para ser pregoneros de esperanza.
Sin embargo, Jesús no nos enseñó a aterrorizar a nuestros contemporáneos con amenazas de los horrores del fin del mundo, sino, por el contrario, a enseñarles que no se turbe su corazón ni tenga miedo … A creer en Dios, y a creer también en él. Porque ha prometido preparar un lugar para nosotros en la casa de su Padre, y volver otra vez para tomarnos consigo, «para que donde yo esté, también ustedes estén» (ver Juan 14: 1-4, RVC).
Nuestra misión entretanto es predicar la esperanza (ver Mat. 28: 19-20). Persuadir a nuestros contemporáneos de que estamos destinados a vivir, y de que esta tierra, renovada, será un día nuestra morada definitiva, por la gracia de Cristo.
========================
DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2025



(168)

DEJA UN COMENTARIO

Comentarios

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*