19 de diciembre 2020 | Devoción Matutina para Adultos 2020 | Salvación abundante

 

BUENA MEDICINA ES EL CORAZÓN ALEGRE

Lecturas devocionales para Adultos 2020

 

«Espere Israel en Jehová, porque en Jehová hay misericordia y abundante redención con él” (Salmo 130:7).

La película 2012 es una producción estadounidense de ciencia ficción cuya trama se centra en el fin del mundo, supuestamente predicho por el calendario maya. El argumento consiste en la destrucción de la tierra provocada por la inversión de los polos terrestres. Los violentos terremotos y tsunamis, la erupción de volcanes, la desaparición de ciudades en el océano y el desplazamiento de la corteza terrestre que se agrieta durante el movimiento son algunas de las principales calamidades que se suscitan alrededor del mundo. Millones de personas y animales mueren por no haber sido advertidos para escapar de la catástrofe. No obstante, alrededor de cuatrocientas mil personas se salvan gracias a tres arcas que se habían construido secretamente en el Tíbet. Para conseguir un sitio allí había que pagar mucho dinero u obtenerlo por los méritos de sus conocimientos o capacidades. Y para darle emoción al guion, el protagonista debió pasar por innumerables situaciones extremas llegando, con mucho esfuerzo y en el tiempo límite, al arca de la salvación; y como no había un puesto previsto para él, debió ingresar de manera encubierta.

“El fin, el fin viene sobre los cuatro extremos de la tierra”, anuncia el profeta Ezequiel (7:2). ¿Crees que serán salvos unos pocos privilegiados que con sus méritos o esfuerzos hayan pagado uno de los contados lugares disponibles para la salvación?

La Biblia enseña que Dios ha hecho una provisión abundante para la salvación de toda alma. Por los méritos de Cristo, cada uno de nosotros tiene amplia y generosa entrada en el reino de Dios (2 Ped. 1:11). El plan de Dios contempla el costo por la humanidad completa, con entrada liberada, para todo aquel que cree en él (Juan 3:16). Si alguno tiene dudas, nos dice: “Convencedlos” (Jud. 22). A quienes vemos en el camino, nos ruega: “Fuérzalos a entrar” (Luc. 14:23).

En cierta ocasión, un joven estaba angustiado porque temía haber cometido el pecado contra el Espíritu Santo. Amaba a Dios y temblaba al pensar que su pecado lo dejara fuera de su reino. Este muchacho necesitaba confiar en las palabras de Cristo: “Al que a mí viene, no lo echo fuera” (Juan 6:37). Ignoraba que estaba siendo atraído por el Espíritu Santo, que convence al mundo “de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:8), y que su pecado ya había sido perdonado cuando, arrepentido, lo confesó.

En este día te invitamos a agradecer a Dios por su disposición para salvar; por haber hecho una provisión abundante y porque los únicos méritos que cuentan son los del Salvador.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2020



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